El Ministerio del Interior ha acordado expulsar a Driss Oukabir, condenado a 36 años de prisión por los atentados terroristas del 17 de agosto de 2017 en Catalunya que causaron 16 muertos y 140 heridos, para que cumpla el resto de su condena en una cárcel de Marruecos.

Fuentes jurídicas han confirmado a EFE la decisión, adelantada por El Español, de expulsar a Marruecos a Oukabir, quien alquiló la furgoneta de Las Ramblas con la que Younes Abouyaaqoub arrolló a las personas que por allí caminaban.

Según las fuentes, Interior abrió el procedimiento de expulsión hace bastante tiempo y cuando el terrorista fue condenado en mayo de 2021, acordó entonces con el Ministerio cumplir el resto de la pena de prisión en Marruecos.

Se trata así de un procedimiento puramente administrativo, que se tramita sin necesidad de resolución judicial y que no se ha recurrido, si bien las fuentes desconocen cuando será expulsado.

Younes Abouyaaqoub, un joven de 22 años y vecino de Ripoll (Girona), fue quien causó el terror en Barcelona cuando hacia las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017 embistió con una furgoneta a decenas de personas que paseaban por las Ramblas, en un recorrido de 650 metros entre plaza de Catalunya y el mosaico de Miró frente al Liceu, en el que mató a 13 personas y lesionó a más de un centenar, una de las cuales murió semanas después en el hospital.

El joven terrorista abandonó la furgoneta, huyó a pie por el mercado de la Boqueria y cruzó andando Barcelona hasta la zona universitaria, donde a las 18:15 horas abordó a un joven que iba a aparcar su coche, le mató a puñaladas, lo colocó en los asientos traseros y logró escapar de un control de los Mossos en la salida de la capital catalana por la Diagonal.

Posteriormente, hacia las tres de la madrugada, cinco terroristas arrollaron con un turismo a varias personas en Cambrils (Tarragona) -causando un muerto y media decena de heridos- y emprendieron una fuga a pie por el paseo marítimo, mostrando chalecos con explosivos que resultaron ser simulados, hasta que fueron abatidos, cuatro de ellos por un mismo mosso.

Tras cuatro días de fuga, los Mossos localizaron finalmente, gracias a la colaboración ciudadana, a Abuyaaqoub escondido en un viñedo de Subirats (Barcelona) y lo abatieron cuando gritaba "Alá es grande" y se abría la camisa para mostrar un cinturón que parecía llevar cargas explosivas, aunque resultó ser falso.

Los terroristas habían tenido que improvisar y actuar a la desesperada después de la explosión, la noche antes, de la casa de Alcanar (Tarragona) donde preparaban explosivos, en la que murió el imán Abdelbaki Es Satty, que había captado y radicalizado a los miembros de la célula.