Alrededor de 300 personas, según la Delegación del Gobierno, han participado este sábado en Pamplona en una manifestación convocada por AHT Gelditu en contra del Tren de Alta Velocidad en la que se ha advertido que esta infraestructura "esclaviza" a las personas que trabajan en su construcción pero también a la ciudadanía.
La movilización ha comenzado pasadas las doce del mediodía desde la Avenida Carlos III, junto al Palacio de Navarra. Varias personas, disfrazadas como esclavas, arrastraban con unas cadenas la figura de un elefante blanco, símbolo de "las infraestructuras inútiles, destructoras e impuestas". Le seguía una pancarta con el lema 'El TAV nos esclaviza".
En un comunicado, AHT Gelditu considera que las obras del TAV son "uno de los máximos exponentes de la esclavitud del siglo XXI" con "jornadas interminables", "falta de seguridad laboral", "gran insalubridad", "abusos empresariales", "chapucería irresponsable y temeraria" y "prácticas de corrupción". Y asegura que "sin estas condiciones de explotación, macro infraestructuras como las del TAV no serían posibles por su coste astronómico, inaceptable para cualquier economía".
El colectivo afirma que el TAV "no solo esclaviza a los trabajadores que lo construyen, sino también al resto de la clase trabajadora que se ve forzada a financiar mediante sus impuestos, no solo su construcción y costoso mantenimiento sino también, en muchas ocasiones, su explotación deficitaria". Así, censura que "mientras los recursos públicos son derrochados en el TAV y otras grandes infraestructuras", la ciudadanía se ve "castigada con políticas de recortes sociales y privatizaciones en sectores básicos".
De la misma manera, ha criticado que mientras se financia el TAV "se desmantela progresivamente el tren convencional empleado por las clases populares que no necesitan el TAV en sus desplazamientos habituales".
AHT Gelditu destaca que "el mito del progreso, al igual que el del TAV, se resquebraja por momentos" y "es sinónimo de destrucción de ecosistemas, fragmentación y ocupación del territorio que acarrea pérdida de biodiversidad, extinción de millones de especies, cambio climático, contaminación de la tierra, agua y aire, artificialización, deforestación y desertificación masivas de la naturaleza".
"El progreso actual, verde y digital agudiza la crisis eco social global, pone en peligro la vida de amplias capas de la población y nos aboca al colapso civilizatorio", advierten desde el colectivo, que llama a "romper las cadenas del progreso que nos esclaviza y nos destruye".