El secretario de Estado español de la Unión Europea, Fernando Sampedro, dijo ayer que “España no va a cesar” en sus esfuerzos por lograr la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en el bloque comunitario, pese a que los Veintisiete no tenían previsto debatir ayer el asunto en una reunión en Bruselas. Así, el Estado español “no va a cesar en la defensa de lo que consideramos que es un interés nacional, una representación de la identidad nacional española”, señaló Sampedro a los medios a su llegada al consejo de Asuntos Generales, el foro en el que se debatió la oficialidad de las lenguas.

Un debate pendiente para la UE

La última vez que los Veintisiete trataron la cuestión fue el pasado 18 de julio, en un encuentro que según varias fuentes llegó a ser tenso en algunos momentos, principalmente con Alemania, y en el que ante la falta de unanimidad necesaria para modificar el reglamento del régimen lingüístico de la UE se aplazó la votación para más adelante.

Pese a ello, el secretario de Estado aseguró ayer que es “optimista” de cara a que la cuestión vuelva a la agenda del orden del día de los próximos consejos de Asuntos Generales que se celebrarán mensualmente bajo la presidencia de Dinamarca de la UE, que termina el próximo 31 de diciembre.

“Ya no hay dudas sobre el compromiso de España de pagar el coste de esta iniciativa”

Fernando Sampedro - Secretario de Estado español de la UE

Ya no hay dudas de que no se puedan crear otros precedentes con lenguas”, dijo, al igual que “ya no hay dudas sobre el compromiso de España de pagar el coste presupuestario que esta iniciativa tiene”, dijo Sampedro sobre dos de los principales temores de los países que se oponen a la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego, que también lo rechazan por el convencimiento de los servicios jurídicos del Consejo de que habría que cambiar los tratados europeos.

Desde que Moncloa presentó la propuesta en agosto de 2023, la cuestión se ha discutido hasta en siete ocasiones y Sampedro defendió la necesidad de que la petición de España se adopte con “brevedad”.