La comisión de investigación del Parlamento de Navarra ha vivido este martes una de sus sesiones más tensas desde el inicio de los trabajos, marcada por un arranque desordenado del interrogatorio y por las reiteradas llamadas al orden de su presidenta, Irati Jiménez (EH Bildu). Comparecía el interventor general del Gobierno de Navarra, Juanjo Pérez Capapay, quien ha dado sus explicaciones en un clima de notable crispación durante el interrogatorio de Javier Esparza (UPN).

Durante su intervención, Pérez Capapay ha negado de forma tajante haber recibido presiones políticas o instrucciones del Ejecutivo foral para contradecir los informes elaborados por la Oficina Anticorrupción en relación con la duplicación de los túneles de Belate y otras obras adjudicadas a uniones temporales de empresas (UTE) en las que ha participado Servinabar. El interventor general ha asegurado que en ningún momento se le ha pedido rebatir esos documentos ni modular su criterio técnico.

El responsable de la Intervención General ha explicado que los informes emitidos desde su departamento se han elaborado porque los dictámenes de la Oficina Anticorrupción “iban en contra de la Intervención”. En ese sentido, ha señalado que el órgano que dirige se ha posicionado porque cuenta con “criterios propios” que ya se han recogido en distintos informes previos. “Claro que nos hemos posicionado”, ha afirmado durante la sesión parlamentaria, en la que ha defendido la autonomía técnica de su departamento.

Pérez Capapay también ha detallado el procedimiento interno seguido para la elaboración de los informes, subrayando que todos ellos se someten a un “juicio interno importante”, con independencia de quién sea su redactor. Según ha indicado, ese proceso tiene como objetivo evitar el uso de entrecomillados y la inclusión de juicios de valor, con el fin de mantener un enfoque estrictamente técnico y jurídico.

Uno de los momentos más relevantes de la comparecencia se ha producido cuando el interventor general ha afirmado que el modo de actuar de la mesa de contratación de Belate le ha resultado completamente inusual. Pérez Capapay ha señalado que “nunca” ha visto un proceder similar en otras mesas de adjudicación de obras públicas, marcando así distancias con el funcionamiento seguido en este caso concreto.