"Algo olía raro: ¡400 euros por un piso en San Juan!"

Pamplona. Naiara lleva años, casi una década, viviendo de alquiler en Pamplona. Natural de Tierra Estella, quería cambiar de aires, dejar de compartir piso con estudiantes y encontrar un domicilio a un precio accesible junto a una amiga de toda la vida. Ambas empezaron a rastrear Internet en busca de alguna oferta que las dejara satisfechas y acorde a sus capacidades económicas. Se adentraron en una web con todas las garantías, donde se publican decenas de anuncios de alquileres de piso en Pamplona. Sin embargo, les llamó la atención uno de ellos, que ofrecía una vivienda en San Juan, con plaza de garaje, todas las comodidades y por apenas 400 euros con gastos incluidos. Las imágenes que se ofrecían del inmueble presentaban un piso muy cuidado, espacioso y con equipamiento de primera.

Les picó la curiosidad y entablaron contacto con la dirección de e-mail que aparecía registrada. "Envié un correo electrónico a la persona que aparecía como propietaria del piso interesándome por la oferta. Me dijo que trabajaba de Ingeniera Civil para una empresa con sede en Navarra, que le surgió un proyecto urgente y fue destinada de inmediato a Manchester, de ahí la urgencia para alquilar el piso y la razón que explicaba la renta tan baja. Me decía que como no tenía nadie de confianza para que se encargara de alquilarlo y no quería recurrir a una inmobiliaria optó por buscar una empresa de envío de dinero al extranjero que también gestionaría el envío de las llaves. Al contestarme así, todo me empezó a oler muy raro. Ya de hecho sonaba raro que ¡por 400 euros alquilaran un piso así en San Juan! Al empezar a sospechar de que podía tratarse de una estafa, preferí desistir y ya no establecí más contactos con esa presunta propietaria del piso. Él, o ella, tampoco se puso de nuevo en comunicación conmigo", narra Naiara, que una vez desengañada del posible fraude, comenzó a buscar por Internet si encontraba algún caso similar.

Ahí descubrió un foro de internautas en el que se alertaba de que la misma dirección de correo electrónico con la que se había puesto en contacto Naiara ya había estafado a varias personas. Afortunadamente, ella se dio cuenta a tiempo del engaño y no le cegó la presunta ganga.