Estufas y congeladores para embriones y esperma

pamplona. La nueva Unidad de Reproducción Asistida del Complejo Hospitalario cuenta con dos laboratorios, uno de embriones y otro de andrología, de los que no disponía antes y que son necesarios para realizar las fertilizaciones in vitro. En el primero se manipularán y conservarán los embriones tras la fecundación durante tres días antes de implantarlos. Para mantenerlos en condiciones similares a las corporales, el laboratorio cuenta con estufas especiales. En un ciclo óptimo se obtienen 10 folículos, lo que se traduce en 7 u 8 embriones, pero sólo se transfieren tres, los sobrantes se congelan en tanques de almacenamiento con nitrógeno líquido a 180º bajo cero. "La mayor parte de las parejas usan los embriones al completo, pero si sobran tienen tres opciones: mantenerlos congelados, donarlos a parejas que no pueden tener hijos, o destruirlos o destinarlos a la investigación", explicó ayer el responsable de la unidad, Jesús Zabaleta. Dado que estos laboratorios almacenan material sensible cuentan con sistemas de seguridad para proteger los embriones de bacterias y sustancias tóxicas, pero también de intrusos.

Las instalaciones también están preparadas para conservar semen y óvulos de pacientes con cáncer y que van a ser sometidos a quimioterapia o castración por razones médicas. Este tratamiento puede provocar esterilidad por eso la unidad ofrece la posibilidad de contar con un pequeño banco de fertilidad, pero este se limita, por ahora, al semen, que hasta ahora se almacenaba en la clínica Quirón de San Sebastián, donde había muestras de unos 150 navarros. "El esperma es muy sencillo de congelar, pero los óvulos, no. La idea es que en un futuro también se pueda hacer con ovocitos, pero no es prioritario, puesto que es un proceso casi experimental, complejo y que requiere un servicio muy rodado para ofrecer buenos resultados", apuntó Zabaleta. Así pues, las mujeres con cáncer que quieran congelar sus óvulos deben seguir acudiendo a la sanidad privada.