Amor y solidaridad, medicina milagrosa frente a la leucemia

Fecha marcada en el calendario para que los Administradores del Sistema no olviden que deben trabajar, comprometerse y luchar por la vida de todos aquellos que sufren (leucemia, linfomas, cualquier tipo de cáncer?) porque en sus manos está el poder tomar las medidas adecuadas para resolver o paliar aquellos problemas que impiden una llegada a puerto de soluciones vitales.

Cuando se habla de cáncer, elaboramos en la mente un proceso duro tras detectar un quiste, nódulos, tumores? operables, y hoy en día superables, que tras una intervención se regresa a casa a reponerse y desde ahí, tu fortaleza, luchar contra los efectos devastadores de esas quimios y radios. Ahora el duro proceso lo soportará el cuerpo mientras la mente se blinda.

Cuando se habla de cáncer, omitimos o no se relaciona con la palabra leucemia, eso es harina de otro costal. Es dar al cáncer la categoría dolorosa, poniendo nombre y apellidos. Una leucemia aguda puede conducir a una muerte segura.

Aquí el proceso no está tras una operación. En un cáncer de la sangre (leucemia) que tras el diagnóstico, sin darte tiempo a reaccionar, te ves ingresado durante mes y medio, apaleado el cuerpo por los tratamientos e intentando ubicar tu mente para soportar los duros meses de ingreso que te quedan por superar. Y, a veces, por desgracia, no es suficiente: se necesita un donante (de médula ósea, de células madre, de un cordón umbilical) compatible que salve tu vida sin arriesgar la suya.

Pero ¿dónde está ese donante?, ¿dónde está ese dador de vida si no hay campañas que proclamen la necesidad de una solidaridad? La compatibilidad es escasa, por lo que se necesita ampliar la base de donantes héroessilenciosos que saben que la donación es universal, gratuita, anónima y duradera en el tiempo y que están dispuestos a dar unas dos horas de su vida y proporcionar (médula ósea o células madre) como única terapia viable para un enfermo que necesite un trasplante de médula, ¡la única posibilidad de salvar la vida está en esa solidaridad!.

Los enfermos de leucemia son los grandes desconocidos y desfavorecidos por el Sistema y si no habíamos oído hablar de la necesidad de un aumento de donantes es porque las voces se acallan, el dolor es demasiado intenso como para exponerlo ante quienes o no pueden ayudarte o evitan involucrarse o no van a sentirlo ni remediarlo y es un desgracia que se ceba en nuestros hijos, amigos y entorno más cercano y arrastra inexorable a una sociedad que, por otra parte, estaría dispuesta a colaborar haciéndose donantes de médula. Nos exigen silencio, pero es algo difícil de cumplir cuando desde la enfermedad de una leucemia se lucha por el derecho a vivir, por el derecho a luchar, por el derecho a tener el mismo derecho y oportunidades que los demás.

Cáncer es la bomba emocional más dañina y potente del mundo, y junto al tratamiento farmacológico, quirúrgico? el único antídoto, la medicina milagrosa es el amor y la solidaridad y la donación es el maná de aquellos hambrientos de vida y esperanza.

Hoy, Día del Cáncer, es la fecha pinchada en un calendario en la que reunimos en un espacio sideral a los que en su día recibieron el Diagnóstico Cáncer, Diagnóstico Leucemia , es la fecha de partida para un nuevo planteamiento de vida ya que nada será como antes ni se deseará lo que se anhelaba, cambia el valor de las cosas y lo material no está entre lo más pretendido. Es, ante todo, un nacimiento espiritual al lograr contemplar la vida desde otro punto de vista, desde el otro lado de la barrera; el ayer nos resulta ajeno y lejano, el futuro esperanzado y, a aquellos que estén, aún, en el proceso, el presente es lucha, lucha? contra esa enfermedad maldita que necesita de todo un esfuerzo psíquico-emocional-físico, y de la que hay que salir para descubrir nuevos valores: la riqueza no es cuánto tienes-cuánto vales, que el mayor tesoro es la solidaridad, la amistad, el amor, el sentir que no estas sola, el disfrutar cada instante, el día a día reflexionando y viviendo pausadamente ( sin prisas ni agobios para llegar a ningún sitio, porque quieres estar ahí, con los tuyos).

Cuando se dice prueba superada ya perteneces a ese grupo especial que saborea y aprecia la vida en su justa medida, sin alardes, valorando lo importante y obviando lo accesorio. Esos grupos van uniéndose, creciendo y constituyen una marea humana con un sello muy especial: el amor a la vida y el cariño y complacencia hacia los demás.

A cada uno nos duele lo nuestro y lo peor es la dura experiencia como lección de vida que compartimos pero sabemos que salimos gracias a esa mano amiga que está en el momento preciso y/o en la solidaridad que da vida. Un abrazo solidario.