Entran a comprar un lauburu y roban 90 cadenas de oro en una joyería de Pamplona

pamplona. Los hechos ocurrieron sobre las 17.15 horas del pasado 23 de marzo, en la joyería Pérez Alfaro, ubicada en la bajada de Javier de Pamplona. C.G.B., de 60 años y natural de Perú, y su compinche, una ciudad de origen rumano de 31 años de edad, querían comprar un colgante con forma de lauburupara regalar. La gestión fue más o menos diligente, pero entonces solicitaron una cadena de oro en la que colgarlo. "Les saqué una manta con 90 cadenas, todas de oro y de diferentes grosores y longitudes. Al decirles los precios, prefirieron un cordón normal y recogí la manta y la guardé", relata Juan Pérez Alfaro, dueño de la joyería donde se produjeron los hechos. "Coloqué la manta dentro del mostrador, sobre una mesa que está al lado de la caja fuerte, en una zona a la que no acceden los clientes",

A partir de ahí, las dos mujeres buscaron nuevas excusas para despistar al joyero y sacarlo de su posición. Para ello se mostraron interesadas en "unos marcos de fotografías de plata" que se encontraban en uno de los escaparates. "Se los saqué y los miraron. Cuando fui a por las cajas de los marcos, me di la vuelta unos segundos, lo que aprovechó la mujer más mayor para coger la manta que contenía las cadenas".

grabadas en vídeo Efectivamente, como se aprecia en la grabación realizada por la cámara del local, mientras la delincuente más joven observa el exterior, C.G.B. se introduce en la zona situada detrás del mostrador y, con un rápido movimiento, recoge la manta, que introduce en el bolso de mano que lleva. "Luego estuvieron unos segundos más en la tienda y me dijeron que iban a sacar dinero de un cajero. Ya no volvieron", recuerda Juan Pérez, que se percató al día siguiente del robo e interpuso la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional. Junto a ella aportó los fotogramas del hurto, incluido el que acompaña esta información.

Las dos ladronas forman parte de un grupo itinerante dedicado al hurto en joyerías, hechos por los que han sido detenidas en diversas ocasiones. Para cometer los robos utilizan diversos roles, así como tintes de pelo o cortes, con los que cambiar su apariencia física. El último arresto de C.G.B. se produjo la semana pasada tras la investigación del Cuerpo Nacional de Policía.