pamplona. La investigación de accidentes e incidentes aéreos es un proceso normalizado y reglamentado, común a la mayoría de países desarrollados. Esencialmente, consiste en reproducir con la máxima exactitud y certeza posibles la secuencia de acontecimientos que condujeron al suceso.

Cada país tiene un organismo responsable de investigar los accidentes aéreos declarados. En el caso de España es la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), un órgano colegiado independiente, adscrito a la Subsecretaría del Ministerio de Fomento.

La investigación técnica que lleve a cabo el especialista de la CIAIAC tiene como objeto la determinación de las causas del accidente y las circunstancias en que se produjeron, con la finalidad exclusiva de prevenirlos en el futuro y la formulación de recomendaciones que eviten su repetición. En ningún caso estará dirigida al establecimiento de la culpa o responsabilidad de los mismos, según consta en la normativa que rige a este organismo.

Varios testigos dijeron haber presenciado como el Eurostar EV-97 pilotado por Juan Carlos Osés, y que había despegado del campo de vuelo de Sesma una hora antes del accidente, había colisionado en pleno vuelo contra un buitre, lo que causó la rotura de una de las alas del ultraligero, que acabó cayendo en barrena y estrellándose contra un barranco, donde se incendió.

El año pasado hubo en España un total de 18 accidentes de ultraligeros, que se saldaron con siete personas fallecidas, ocho heridas graves, cinco heridas leves y cinco ilesas. Este año la CIAIAC ha iniciado otras tres investigaciones relacionadas con incidentes sufridos por aparatos de estas características, en los que no hubo que lamentar víctimas.