La danza de la aurora boreal

Para los Inuit la Aurora Boreal es una danza de sus espíritus. Científicamente es una actividad solar de gran intensidad. En la National Geographic leo que esta intensa actividad podría desmantelar nuestros sistemas de telecomunicaciones y dejar el planeta en la más absoluta oscuridad y aislamiento. Antes de que esto ocurra voy a seguir con mi práctica de evaluación continua (PEC) y dejar que los Inuit y sus espíritus sigan con su bella danza luminosa como lo han hecho hasta ahora.

Paseo virtualmente por Altamira y detengo la imagen de un bisonte que se adapta perfectamente a los abultamientos y las grietas del techo de la caverna. Sin duda, el artista tuvo en cuenta el soporte para crear mayor realismo en la escena y en la figura en particular. ¿Por qué elegiría ese lugar? En esta PEC de la asignatura Arte Prehistórico, debo comentar la imagen del Hombre-león de la cueva de Hohlenstein-Stadel y un artículo que previamente por correo electrónico he consensuado con mi Profesor Tutor: “El análisis del proceso artístico del arte rupestre” de Matilde Múzquiz de la revista Complutum, sobre Arte Paleolítico que ya he localizado en Internet. Busco la distinta bibliografía sobre la escultura de Stadel y de paso la de Altamira. Utilizo distintos buscadores escribiendo pocas palabras para que la búsqueda sea más específica. Para evitar “ruido” utilizo el Google Académico. También realizo la búsqueda en Dialnet e integrando la bibliografía en Refworks en búsqueda avanzada, seleccionando el campo de cuadernos de prehistoria. Los resultados los completo con otros nuevos que me proporcionan otros buscadores como Yahoo, Altavista o Bing, obteniendo fuentes, estudios revisados por especialistas, tesis, libros, resúmenes y artículos de fuentes como editoriales académicas, sociedades profesionales, depósitos, universidades.

El hombre-león resulta ser una de las esculturas de bulto redondo más antiguas conocidas. Considerada como excepcional y emblemática en relación a los orígenes del arte, las dataciones indican que tiene unos 32.000 años de edad, en otros artículos encuentro una datación de 40.000. La calibración radiocarbónica no resulta exacta puesto que en la biosfera ha tenido fluctuaciones y no se ha mantenido constante en el tiempo. Para averiguar la curva de calibración exacta previo registro en la página de la Universidad de Colonia obtengo de manera gratuita el programa CalPal que me permite realizar calibraciones de las fechas radiocarbónicas convencionales y guardo los resultados. La estratigrafía del Hombre-león la sitúa en la época Auriñaciense (40.000-28.000 BP). Aunque su singularidad es que representa por primera vez una criatura completamente imaginaria, parte de león y parte de hombre. Su autor, ¿intentaba conferir a un humano el poder de un león? O representa la capacidad especial de un chamán para moverse simultáneamente en un mundo espiritual de hombres y animales. Cojo el manual de la asignatura y entro en la plataforma de la UNED de Arte Prehistórico, leo los diferentes artículos, programas, pdfs y miro los power points y los enlaces a YouTube que el equipo de profesores tiene colgados. Parece ser y según confirma Kind que consideraban a la cueva como un lugar sagrado y ya en esta época tenían un conocimiento simbólico de creencias o una religión prehistórica. Busco las diferentes teorías interpretativas del arte prehistórico en Dialnet que encuentro en un pdf de Rafael Montes Gutiérrez. Entre otras, la teoría chamánica de Jean Clottes y David Lewis-Williams me llama la atención.

En el artículo de la revista leo como Matilde en su investigación recreó el proceso artístico del arte rupestre centrado en los Grandes Policromos de El Gran Techo de la cueva de Altamira, su comparación con los dibujos en negro de la cueva de Las Monedas de El Castillo y la ejecución de las “manos pulverizadas”. Muchos asuntos me interesan y las huellas de las manos especialmente. Realizo diversas visitas virtuales por distintas cuevas, las manos aparecen por todo el mundo, ¿por qué? Le escribo un correo a mi hermana que es apasionada de la prehistoria e investiga Las figuras humanas en el arte paleolítico en España. Ciertamente no sé qué anda investigando, puesto que aquí no aparecen casi ese tipo de figuras y en el resto de Europa sí. ¿Será un tabú, falta de documentación, las imágenes no se han conservado o quizás todavía no se han descubierto, o simplemente no hay? En un adjunto me manda diversos pdfs sobre restos de alguna Venus en el ámbito cantábrico, la sombra de un hombre bisonte formada por una estalactita, la teoría espacial de la cueva como espacio sagrado de Leroy-Gourham y dos enlaces. Uno es un artículo con un título que llama la atención sobre los artistas prehistóricos que pudieron haber sido mujeres. En realidad el autor investiga las manos proyectadas en cuevas prehistóricas y llega a la conclusión de que la mayoría de las huellas son de mujeres, aunque concluye que los artistas prehistóricos fueron tanto masculinos como femeninos. El otro enlace es de lo más apasionante, el libro La Préhistoire du Cinéma de Marc Azema. Sostiene que los artistas prehistóricos eran expertos en animación, sus imágenes superpuestas a la luz de una lumbre en la oscuridad de la cueva creaba la ilusión del movimiento en las pinturas. Incluso tiene recreadas versiones digitales de algunas pinturas, como el Friso de los Leones de Chauvet.

No cabe duda de que las luces y sombras fueron un componente esencial en la prehistoria, al igual que su espiritualidad y su arte estuvo ligado a ello, aunque no podamos precisar cómo. Mis estudios con las nuevas tecnologías son quizás eso, una danza entre artículos, enlaces, vídeos? que iluminan mi saber y espiritualidad igual que la Aurora Boreal en el maravilloso espectáculo de la noche de los Inuit.