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Estallido de color, fiesta y júbilo para dar la bienvenida al Año Nuevo 2016

Estallido de color, fiesta y júbilo para dar la bienvenida al Año Nuevo 2016D.N.

PAMPLONA. La tradición no falla y los navarros han apostado, de nuevo, por disfrazarse para recibir al 2016. Tras las campanadas salen a celebrar el nuevo año en bares y discotecas en compañía de los amigos.Otros, los menos, optan por los cotillones, a los que acuden vestidos de gala para conmemorar la Nochevieja. Al tratarse de una noche especial, los bares se mantienen abiertos y con música hasta las 06.00 horas de la mañana.

EL MUNDO RECIBE EL 2016

Los habitantes de las remotas islas de Samoa, Kiribati y Tokelau (Nueva Zelanda), en el Pacífico Sur, han sido los primeros en despedir el 2015 y dar la bienvenida al 2016 en el planeta.

Tokelau está formado por un grupo de atolones que ocupan una superficie de 10 kilómetros cuadrados y que habitan unas 1.400 personas. Las celebraciones en bares y hoteles se alternaron con las tradiciones locales en el archipiélago de Kiribati, a la misma hora (10.00 GMT) que en Samoa y Tokelau, la isla más oriental de Nueva Zelanda.

El Estado insular de Samoa comparte las Islas Samoanas con la Samoa Americana, un territorio no incorporado de Estado Unidos situado en el huso horario occidental (GMT-11) y que, por tanto, celebra la Noche Vieja al día siguiente.

El archipiélago es así un lugar idóneo para celebrar el Año Nuevo dos veces, con sólo cruzar de una isla a otra.

El año 2016 comenzará a las 11.00 GMT en las Islas Salomón, Nueva Zelanda, la pequeña nación de Niue y Tonga.

La capital neozelandesa, Wellington, celebra el último día del año con fuegos artificiales y conciertos gratuitos en su principal parque, mientras que Auckland, la segunda ciudad en el país, saludará el 2016 con las campanadas del reloj gigante de la Sky Tower y una fiesta playera.

Después de que el extremo oriental de Rusia dé entrada al 2016, le tocará a Australia, que sólo en Sídney congregará a unos 1,5 millones de personas en la bahía para contemplar los fuegos artificiales sobre la emblemática Casa de la Ópera.