Seis de cada diez docentes tienen problemas con la voz

pamplona - Profesores, periodistas radiofónicos o de televisión, actores o dobladores de películas, cantantes, abogados son algunos de los profesionales que más abusan de su voz, su principal herramienta de trabajo. Es muy frecuente que su uso diario durante largas horas obligue a un esfuerzo que vaya deteriorando su calidad de forma gradual, por lo que necesitan largas temporadas de reposo. En el caso concreto de los docentes, seis de cada diez declaran haber padecido problemas con la voz que han afectado a su trabajo. “Lo ideal sería poner en las escuelas de magisterio o centros donde van personas que quieren dedicarse a la docencia, técnica vocal, pero eso es la excelencia”, opina Susana Ruiz, médico foniatra.

“Hay que concienciar a los profesionales de la voz de que una ronquera que dura una semana y que luego vuelve a aparecer la siguiente semana o al mes siguiente, no es normal, está pasando algo, la laringe está pidiendo socorro”, explica Ruiz, que estos días está inmersa en los preparativos del Congreso Phoniatrics&Communication, que reunirá la próxima semana en Bilbao a 250 personas de todo el mundo que participarán en debates y mesas redondas, asistirán a talleres y ponencias impartidas por profesionales .

El objetivo del congreso es dar a conocer los últimos avances de interés científico-sanitario en la especialidad de foniatría, así como en otras especialidades médicas y educativas relacionadas con ella. Esta especialidad se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de todas las patologías que afectan a la comunicación humana. Trabaja con profesionales cuya principal herramienta es la voz, como los docentes, en técnica vocal para prevenir trastornos así como en tratamientos de rehabilitación. Pero, además, los médicos foniatras tratan a pacientes que, debido a una enfermedad, tienen dificultades de comunicación. Los datos indican que cada año se registran 20 nuevos pacientes con este tipo de trastornos y de la deglución -problemas al tragar- por cada 10.000 habitantes. De hecho, hasta un 70% de ancianos o personas con enfermedades neurológicas tienen una alta mortalidad por problemas de deglución. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un foniatra por cada 200.000 habitantes. Sin embargo, actualmente en el Estado hay uno por cada 400.000. La foniatría es una especialidad médica que no está reconocida oficialmente en el Estado español, lo que implica una serie de trabas. “La principal es que la gente joven que acaba Medicina, a la hora de plantearse hacer una especialidad, se plantean hacer otorrinolaringología o rehabilitación que luego les da paso directo a la foniatría. El problema es que no tenemos foniatras como tal y somos un número muy reducido”, lamenta Susana Ruiz. En el Estado español son apenas un centenar de personas. “En algunos grandes centros hospitalarios los foniatras no están contratados como médicos foniatras, sino como técnicos”, lamenta.

Los pacientes Belén Ugalde acudió al foniatra tras una operación. “Me quitaron un nódulo en el tiroides y se me quedó paralizada la cuerda vocal derecha, me quedé sin voz, no podía decir ni a”, cuenta. Estuvo seis meses “con una pizarrita y una tiza”, hasta que “me hicieron unas pruebas”. “Me dijeron que tenía que empezar con el foniatra, a ver si me podía recuperar, si no, me tendrían que operar otra vez”. Acudió a la consulta de la doctora Susana Ruiz “y para mí fue la salvación”. Trabajaron la técnica vocal. “Al principio fue duro, empezar a respirar con el estómago, hasta que le coges el tranquillo”, sin embargo, comenzó a notar una mejoría “a la tercera o cuarta sesión”. En seis meses ya tenía el alta. Ha recuperado la voz, aunque reconoce que no está al 100%, como antes de la operación. “Me noto estupenda, después de lo que pasé... no pensaba que iba a recuperar así la voz. Ahora, lo que me pasa es que si hablo mucho, por la noche noto que me cuesta, que tengo la zona cansada. Pero intento tener bastante hidratada la garganta y por las mañanas me levanto muy bien”, asegura.

Otra paciente es María (nombre ficticio, porque desea mantener el anonimato), quien acudió por su cuenta a la consulta “por una lesión congénita que me hace proclive a tener problemas de garganta”. Sentía que en ocasiones tenía que forzar la voz, notaba molestias y ronquera más o menos de forma frecuente. “La diferencia con otros médicos a los que había acudido es que le dio importancia desde el primer día al lugar que ocupa la voz en tu vida. Me pareció muy novedoso y muy importante. Nadie me había preguntado por mis hábitos, mis aficiones, mi trabajo y otras cosas, y me parece fundamental”, señala.

Hicieron una reeducación de la voz, con diferentes técnicas, como ejercicios de respiración. “También leía cosas en voz alta, diferentes fragmentos, series de números, hablaba con música para aprender a usar la voz sin tener que chillar por encima de lo que podía. Muchos de nuestros contextos están contaminados con ruidos, estamos muy acostumbrados a tener ruidos, pero sin embargo no sabemos utilizar la voz con esos ruidos. Para mí eso ha sido la clave en mi tratamiento”, sostiene. En definitiva, “a mí me daba mucha guerra la voz y el uso que hacía de ella, y me ofreció la posibilidad de cambiar ciertos hábitos para poder sentirme cómoda con ella”.

Implantes cocleares Entre el jueves y el sábado, Bilbao será punto de encuentro para los profesionales dedicados a las patologías de la voz hablada y cantada, audición, deglución, lenguaje y habla, incluyendo foniatras, médicos rehabilitadores, otorrinolaringólogos y otras profesiones no médicas como psicólogos, pedagogos y logopedas. Además, el miércoles tendrá lugar un concierto benéfico en el Teatro Campos Elíseos para el colectivo de Implantados Cocleares, una tecnología que ha revolucionado el mundo de la deficiencia auditiva profunda neurosensorial. “Ha sido una revolución en todos los sentidos. Pero los implantados cocleares también necesitan rehabilitación, no es que te pones el implante y empiezas a oír. Este implante necesita una rehabilitación para que la persona sea capaz de comprender lo que está oyendo”, explica Susana Ruiz, una de las presidentas del congreso.