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La Audiencia mantiene a Urmeneta la prohibición de reproducir los dibujos del Universo Kukuxumusu

El Juzgado de lo Mercantil ha acogido este jueves con gran expectación mediática el juicio por los derechos de los personajes creados por el artista pamplonés Mikel Urmeneta y sus colaboradores

La Audiencia mantiene a Urmeneta la prohibición de reproducir los dibujos del Universo Kukuxumusu@MikelUrmeneta

PAMPLONA. La Sección Tercera de la Audiencia de Navarra confirma las medidas cautelares adoptadas en julio de 2016 por la Juzgado de lo Mercantil de Pamplona en la demanda interpuesta por Kukuxumusu contra los socios de la empresa Katuki Saguyaki por infracción de derechos de propiedad intelectual por reproducción, transformación, comunicación pública y distribución de ciertos dibujos cuyos derechos económicos de propiedad intelectual fueron objeto de cesión en exclusiva en favor de la demandante.

Así, la Audiencia de Navarra ratifica “la prohibición de reproducir los Dibujos del Universo Kukuxumusu, entendidos como todos aquellos dibujos cedidos por los dibujantes a Kukuxumusu en virtud de los contratos aportados como documentos nº 15 a 19, en camisetas, sistemas informáticos y cualesquiera otros soportes, distribuirlos mediante la venta online o a través de cualquier otro medio o procedimiento de camisetas u otros productos a los que se incorporen, comunicarlos públicamente mediante su inclusión en los sitios web shop.katukisaguyaki.com, katukisaguyaki.com, Facebook.com/Katuki-Saguyaki, en la cuenta de Twitter @katukisaguyaki o cualquier otro sitio o cuenta, y de transformarlos en cualquier forma, en particular mediante su adaptación o recreación en cualquier nueva escena, situación o peripecia en la que pudieran ser colocados, mientras estén en vigor los derechos de propiedad intelectual sobre dichos Dibujos del Universo Kukuxumusu”.

El futuro del toro Testis, de la vaca Tetis, de la oveja Beeelorzia y de toda la troupe ideada por Mikel Urmeneta y varios de sus colaboradores se ha decidido así en los tribunales, a la espera de posibles recursos. El Palacio de Justicia ha celebrado este jueves a las 10:22 h y con gran afluencia de medios de comunicación el juicio de la firma Kukuxumusu contra su fundador, Mikel Urmeneta, a quien el nuevo propietario pide que no utilice en su nueva empresa, Katuki Saguyaki, 15.000 dibujos con reconocidos personajes que fueron cedidos en su día a la marca.

La vista ha quedado pendiente tan solo de la presentación por escrito en 5 días de las conclusiones definitivas de las partes.

En el juicio de hoy Bermejo ha recordado que estos contratos de cesión se firmaron entre 1994 y 2013 y su objeto "no son los personajes, sino los dibujos", por lo que a su entender los demandados "pueden dibujar en el estilo que quieran porque es libre, lo que no pueden es utilizar un dibujo cedido a la empresa", que también tiene derecho a su adaptación.

Sin embargo, en la vista se ha subrayado la dificultad de definir cuándo se considera que un dibujo actual es copia de los que obran en poder de Kukuxumusu si se utiliza el mismo estilo y los mismos personajes, como ya quedó de manifiesto con la prohibición cautelar los pasados sanfermines para que Katuki Saguyaki comercializara productos con la imagen del toro Testis y otros personajes.

Preguntado al respecto, Bermejo ha reconocido que durante años se había consultado y pedido el visto bueno de los autores a la hora de reproducir estos personajes, algo que "no era una obligación, sino una deferencia", por lo que ahora no tienen por qué hacerlo cuando el derecho de explotación de los dibujos cedidos es de la empresa de la que él es propietario.

Su abogado ha puntualizado que Kukuxumusu tiene el derecho de "copia, reproducción y explotación" de estos dibujos, mientras que el abogado de los cinco dibujantes ha planteado que al ser 15.000 las imágenes objeto de prohibición de uso, "en la práctica se les cuestiona dibujar cualquier cosa" en la que aparezcan estos personajes.

En la vista también ha declarado como perito de la parte demandante Pilar Bonet, profesora de la Universidad de Barcelona y experta en diseño contemporáneo, quien ha ratificado un informe que concluye que "algunos de los dibujos de Katuki Saguyaki se pueden considerar copia o réplica de los de Kukuxumusu, y otros adaptaciones", conceptos que afectan a la cesión, y "en algunos casos son casi idénticos".

Al respecto, y fuera del Palacio de Justicia, en declaraciones a los periodistas Mikel Urmeneta ha reconocido que asumen que cedieron en su día estos 15.000 dibujos, pero ha explicado que el derecho de "adaptación" de los mismos que también firmaron y ahora se les hurta a los autores tenía como finalidad la adaptación de las imágenes a los diferentes soportes (camisetas, bolígrafos, tazas y otros).

"Una cosa es ceder dibujos para su explotación, pero por encima de eso está el derecho de autor", ha señalado tras lamentar que Bermejo, quien se hizo en 2014 con la mayoría del accionariado y en 2015 rescindió el contrato a Urmeneta, "quiere quedarse con los personajes".

"Sólo por sentido común, nadie nos puede quitar la razón, quitarnos nuestra creatividad, con personajes previos a la creación de la marca", ha dicho en referencia al toro Testis, que creó antes de fundar Kukuxumusu hace 30 años.

En cualquier caso, el hoy demandado, ha anunciado que junto a los otros cuatro dibujantes ya preparan una demanda "en sentido contrario, porque interpretamos que son ellos quienes están plagiándonos a nosotros".

Al juzgado ha acudido un grupo de trabajadores de Kukuxumusu, en nombre de los cuales Pedro Balboa ha dicho que la plantilla "arropa" al nuevo propietario de una marca "que hemos construido entre todos".

Tras aludir a "presiones y amenazas", ha defendido el trabajo de la plantilla durante décadas, con y sin Urmeneta, a quien ha afeado que "se apartó de su labor y su tarea cuando más se le necesitó", por lo que le ha pedido "respeto y que nos deje trabajar".

LOS DERECHOS DE AUTOR Es una vista inédita sobre los derechos de autor, que sentará jurisprudencia en torno a una cuestión nuclear: hasta dónde llega el derecho del creador (Urmeneta y sus colaboradores) y hasta dónde llega el derecho del licenciatario (Kukuxumusu).

El procedimiento judicial se deriva de la demanda que Kukuxumusu presentó el 5 de mayo del año pasado por infracción de los derechos de propiedad intelectual contra Urmeneta y otros cuatro ilustradores a los que exige que cesen de dibujar y comercializar lo que denomina Universo Kukuxumusu, es decir, todos aquellos personajes e iconografía diseñados en su mayoría por el artista pamplonés y por los dibujantes codemandados, que en el año 2015 rescindieron su relación laboral con la marca de El beso de la pulga.

La empresa, que desde 2014 es administrada por Ricardo Bermejo, quien también es su máximo accionista y con el que Urmeneta mantiene un agrio desencuentro, sostiene que es titular de los derechos económicos (reproducción, distribución, comunicación pública y transformación) de los dibujos de ese universo, derechos que le corresponden conforme a los contratos de cesión.

Frente a la postura de la parte demandante, Urmeneta y sus colaboradores mantienen que la cesión contractual de sus dibujos se ciñe únicamente a las obras concretas realizadas y comercializadas bajo el paraguas de Kukuxumusu, un catálogo que se compone por más de 14.000 ilustraciones que figuran en los anexos individualizados de cada contrato, pero nunca a los emblemáticos personajes que afirman que siguen perteneciéndoles por ser sus autores legítimos.

En este sentido, los codemandados destacan que los personajes y la iconografía utilizados en Kukuxumusu son en buena medida anteriores a la creación de la empresa, fundada en 1989, y que Urmeneta utiliza fuera y dentro de ella. Un ejemplo es el toro Testis, que ya aparecía en creaciones de juventud del artista pamplonés o en el cartel de San Fermín de 1990, que sigue utilizando y comercializando con regularidad desde antes de la creación de la marca y hasta la fecha en carteles, grafitis, exposiciones, etc.

Descalifican, por ello, lo que consideran un intento por parte de Bermejo de arrogarse titularidad exclusiva de los personajes que estos dibujos representan, así como el derecho de explotación de cualquier dibujo, presente, futuro o hipotético que pudiera reproducir a estos personajes, lo que limitaría y cercenaría su futura capacidad creativa.

katuki, a la expectativa Como medida cautelar previa al juicio, el mismo Juzgado de lo Mercantil prohibió a finales de junio a Urmeneta la reproducción, distribución, comunicación o transformación de los dibujos del Universo Kukuxumusu, al estimar que “los dibujos utilizados por los codemandados para incorporarlos a los productos que venden a través de la web de Katuki Saguyaki y resto de plataformas, son copias o transformaciones de aquellos que fueron cedidos en exclusiva a la demandante”. Fruto de esa decisión judicial, la primera colección de dibujos de Katuki Saguyaki con motivos sanfermineros fue retirado del mercado en vísperas de las pasadas fiestas de San Fermín.

Aunque en aquel auto, ratificado después por la Audiencia Provincial, el juez admitió que Urmeneta y los demás demandados, incluida la empresa Hombre de Paja SL, “podrán incorporar otros dibujos distintos y de novedosa creación que no infrinjan los derechos cedidos”, la disputa legal que se dirimirá a partir mañana gira en torno al derecho de los exdibujantes de Kukuxumusu a seguir siendo legítimos propietarios de la propiedad intelectual que concibieron en el seno de la citada empresa o, si por el contrario, la cesión contractual a favor de Kukuxumusu se lo impide.

Así pues, sobre la mesa del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pamplona está resolver el objeto de la cesión entre creadores y empresa (¿se trata de dibujos individuales, como reflejaría los propios contratos, o de una serie de personajes que conformarían un conjunto homogéneo como afirma Kukuxumusu?), así como determinar el si el autor goza del derecho a seguir dibujando sus propios personajes y a seguir creando según su estilo, iconografía y grafismo o, por el contrario, prevalece el derecho económico de la empresa comercializadora, cesionaria de los derechos de explotación.