pamplona - Antonio Merino Díaz de Cerio fue gerente del Hospital de Navarra durante ocho años (1999) y en agosto de 2015 regresó al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) como director gerente, encontrándose “un hospital más abierto, más cercano a la ciudadanía, más sensible a sus problemas, a sus necesidades, y en eso yo creo que todos hemos aprendido y hemos ido mejorando el sistema sanitario”. Y es que, como sostiene este licenciado en Medicina y Cirugía, “tenemos que humanizar el hospital y eso es un proceso continuo”, en el que el departamento de Salud está implicado. Como explica, la obligación del equipo que lidera es “trabajar para que la parte asistencial funcione”. Una labor “ilusionante” que incide en el proceso de unificación y que busca “dejar el Complejo mejor de lo que lo encontramos”, si bien tienen bien identificado dónde tienen que aplicarse: en las listas de espera, donde “la mejora es continua, no hay objetivos, porque los objetivos son inabarcables”. Para ello, tiene como baza una de las virtudes del Complejo, que “tiene un nivel de compromiso muy grande con sus obligaciones como institución” y que éste se extiende “también a hacer bien las cosas, con calidad y a ser eficientes”. Asimismo, Merino expresa su preocupación por “todo aquello que está relacionado con la accesibilidad y la presencia de la ciudadanía en el Complejo y también con el desarrollo y la participación de los profesionales, porque sin ellos es prácticamente imposible plantearse ningún proyecto”.
En el Parlamento señaló que la reducción de las listas de espera era un objetivo prioritario para el departamento y ocho de cada diez pacientes que aguardan, tanto para una primera consulta como para una operación, lo hacen en el CHN. ¿Qué medidas van a adoptar para mejorar este problema?
-Coincido plenamente que la situación de la lista de espera y la accesibilidad de los ciudadanos al Complejo es un objetivo prioritario e irrenunciable del hospital, siguiendo evidentemente los objetivos que, al respecto, tiene el departamento de Salud. Así lo demuestran todas las encuestas, la principal preocupación de los ciudadanos son las listas de espera y, por tanto, nuestra principal preocupación en la gestión del Complejo, tanto de los gestores, como de todos los profesionales que trabajan, es gestionarlas bien e intentar reducirlas lo máximo posible. Los últimos datos disponibles de las listas de espera del Complejo son los mejores de la serie de muchos meses atrás, prácticamente 2015 y 2016. En la lista de espera de primeras consultas de enero hay un 13,8% menos de pacientes que en enero de 2016, siendo enero de 2016 mejor que enero de 2015. En cuanto a la lista de espera quirúrgica, estamos un poco mejor. En enero de 2017 con respecto a enero 2016, tenemos un 1,3% menos de pacientes esperando y ha mejorado la demora media prospectiva. Sin embargo, hablar de lista de espera sin hablar de actividad a veces no se ajusta bien y, en este sentido, quiero reseñar que la implicación de los profesionales en este problema ha sido muy importante a lo largo de 2016 y lo sigue siendo. Tal es así que la actividad de primeras consultas en enero de 2017 en relación con enero de 2016 ha supuesto un incremento de un 14% y en actividad quirúrgica el ascenso ronda el 4%, 150 intervenciones más que el mes de enero del año pasado, con lo cual quiero resaltar el compromiso de los profesionales en el abordaje de este problema, porque sin su colaboración y su compromiso esto no es posible gestionar.
¿Por qué Traumatología y Ortopedia, Rehabilitación y Oftalmología son las especialidades en las que más personas esperan?
-Porque, aquí y en todas las comunidades autónomas, son especialidades donde más demanda por parte de Atención Primaria se produce. Son especialidades que nosotros llamamos de primer orden, más comunes y que más demanda tienen.
¿Prevén alguna actuación en ellas?
-Sí, nosotros prevemos actuaciones concretas en todas las especialidades, pero en Trauma, Dermatología, Oftalmología, Rehabilitación, en especialidades de primer orden... tenemos una serie de medidas que van orientadas a mejorar la estructura asistencial de esas especialidades. Y lo vamos a hacer con la contratación de unos 20 facultativos a lo largo de 2017.
¿Para qué áreas en concreto?
-Oftalmología, Neurología, Cardiología, Cirugía General, Traumatología y Cirugía Ortopédica, Radiología, Dermatología, Urología, Rehabilitación, Otorrino y Cirugía Vascular, incluido un anestesista y algún profesional más que contrataremos en alguna otra especialidad. Alrededor de 20 profesionales, a los que hay que sumar otros 15 de personal de enfermería, auxiliares y administración.
¿Qué objetivos se marcan, tanto en la lista de espera quirúrgica, como de primeras consultas?
-En la lista de espera de primeras consultas el objetivo que nos ha marcado el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) para final de año es tener aproximadamente 29.500 pacientes en el CHN y unos 7.600-7.700 en lista de espera quirúrgica.
En cuanto a las derivaciones, en el último año se han aumentado un 5%, ¿se va a mantener la tendencia?
-Nosotros en lo que son las derivaciones prácticamente se han circunscrito al último cuatrimestre del año y se circunscribió exclusivamente a pruebas complementarias. En este momento, no tenemos contemplado derivaciones de pruebas complementarias, salvo en el ámbito de la Neurofisiología algunas pruebas complementarias muy específicas, que, a pesar de poner recursos de contratación de facultativos y de hacer un esfuerzo importante en el ámbito del servicio, la demanda de esas pruebas ha seguido creciendo. No ha crecido la lista de espera, pero no la hemos conseguido reducir, y tenemos que hacer alguna actividad extraordinaria e incluso derivar pacientes a algún centro concertado en estas pruebas. Y seguimos remitiendo pacientes en el ámbito de la consulta externa para rehabilitación a San Juan de Dios, como veníamos haciendo el año pasado; no aumentamos la derivación.
Fue jefe del servicio de coordinación, calidad y control asistencial del SNS-O. ¿Qué valoración hace del servicio que se está prestando en el Complejo Hospitalario?
-Creo que el Complejo Hospitalario de Navarra, que es el referente en el ámbito de la atención especializada, tiene una serie de compromisos asistenciales y con la ciudadanía, y con el sistema sanitario navarro, muy importante. Creo que el nivel del desarrollo de la práctica clínica en la globalidad del Complejo evidentemente es muy bueno. Así se aprecia en todas las encuestas de satisfacción de la ciudadanía e, incluso, acaban de salir los últimos datos del Barómetro Sanitario y obviamente hacemos muy bien las cosas, y somos referencia en muchas especialidades. Y, dentro de especialidades, en algunos procesos y procedimientos de más relevancia desde el punto de vista clínico. Después tenemos dos ámbitos en los que nos movemos con esfuerzo redoblado: la participación del Complejo en el plan de los pluripatológicos, que lo hacemos con entrega, con esfuerzo, con organización, con recursos, con estructura específica; y en el ámbito de la hospitalización a domicilio, que es una línea de trabajo que hemos ido mejorando desde que llegamos en el año 2015, cuando el hospital disponía de 20 camas. Tenemos prevista una serie de acciones a lo largo de este año con nuevos recursos, que acabaremos con más de 90 camas, lo cual es muy importante para el Complejo. Prácticamente en dos años hemos pasado de 20 a 90 camas, con lo cual extendemos toda la hospitalización a domicilio a todo el área de salud de Pamplona, incluido la zona noreste y la zona noroeste, y esto también con un esfuerzo importante de nuevas contrataciones, nuevo personal, nuevos recursos y lo hacemos encantados. Es una línea que está provocando vivencias muy positivas a la ciudadanía y a los propios profesionales.
El pasado mes de abril pusieron en marcha un plan de mejora del servicio de Urgencias del CHN, pero recientemente trabajadores han denunciado que el servicio “no funciona correctamente por la falta de previsión, de recursos y de organización”. ¿Comparte esa opinión? ¿Cómo valora la situación?
-No comparto esa opinión, no puedo compartirla. Desde nuestra llegada a aquí, en el año 2015, como era un encargo expreso que teníamos recogido en los acuerdos del cuatripartito que sostiene al Gobierno y un encargo específico y propio del departamento de Salud, pusimos en marcha un proceso de participación activa de profesionales, de todos los estamentos del servicio de Urgencias. Esa participación iba acompañada de un compromiso de respuesta de la propia dirección del Complejo y de Osasunbidea. Se hizo un seguimiento expreso, con continuas reuniones, se trabajó y se trabajó muy bien, y hemos estado en línea muy próxima en este proceso de revisión de la situación para intentar identificar aspectos de mejora en la organización del servicio. Se hicieron propuestas de mejora en tres ámbitos: recursos humanos, recursos materiales y organización y en los tres el nivel de respuesta a las propuestas de mejora yo creo que ha sido muy alto. Estamos hablando de respuesta positiva en alrededor del 80% de las peticiones que se hicieron en los tres entornos. Pese a ese esfuerzo, entiendo que puede haber profesionales que entiendan que eso es insuficiente, pero la dimensión de lo que hemos puesto yo creo que es muy importante. En el ámbito de los recursos humanos, desde que se comenzaron a establecer las medidas a mitades de año, asciende a casi 500.000 euros las medidas orientadas a incrementos de personal, tanto médico, personal de enfermería, como celadores y todo tipo de personal. En cuanto a las peticiones de bienes y materiales, el 90%, por no decir el 100% de los equipos, están comprados y adquiridos. Otra cosa es que no estén suministrados porque la Administración tiene un procedimiento para la compra que es muy riguroso, largo en el tiempo y que tenemos que respetar. Y después en el ámbito organizativo y funcional también se han producido cambios importantes. Solo tengo que decir dos cosas: que hemos hecho un esfuerzo muy importante, que hemos escuchado la petición de estos grupos de trabajo, que es donde se vehiculan las peticiones, y después tengo que reseñar que todo lo que hemos pedido por parte del departamento de Salud y del Servicio Navarro de Salud desde 2016 y lo que llevamos de 2017 se ha cumplido, se nos ha atendido y se nos ha correspondido a todas las peticiones.
¿No prevén alguna medida más?
-Evidentemente, que estemos satisfechos más o menos no significa que entendamos que esto ya se ha terminado; para nada. Nosotros seguimos en un proceso continuo de revisar, como no puede ser de otra manera, todas aquellas medidas que hemos puesto, ver los resultados que se han conseguido y seguimos manteniendo abiertas las reuniones de los grupos para seguir mejorando todo aquello que entendamos que se tenga que mejorar. Yo creo que los cambios, las medidas organizativas, hay que darles un tiempo para que las cosas evolucionen y, en función de sus resultados, cerremos el círculo de la mejora continua de la calidad. El servicio de Urgencias, además, trabaja muy bien y, evidentemente, hay aspectos de mejora en todos los entornos, pero nosotros hemos pasado un proceso de gripe, que ha sido evidentemente duro, donde hemos hecho un esfuerzo todos, los profesionales, la administración..., todo lo que se ha pedido de colaboración, de participación, de recursos, para que esto repercutiese lo menos posible en la vida ordinaria y normal del Complejo, así ha sido. Y hemos sido de los pocos hospitales del Estado en los cuales no hemos suspendido ni un ingreso programado, cuando en el resto de España, la presión de la gripe ha bloqueado programación de quirófanos o bloqueado otro tipo de actuaciones.
¿Por qué consideran conveniente integrar el servicio de Cirugía Pediátrica en el área clínica de Cirugía?
-En este tema creo que la postura del departamento y del Complejo Hospitalario es muy clara. Nuestro objetivo no es integrar el servicio de Cirugía Pediátrica en el área clínica quirúrgica -que ya existe-; para nada. La integración de los servicios en un área clínica responde al propio concepto de área clínica, que es la reunión de servicios. En algún momento nos hemos estado planteando internamente la posibilidad de hacer esto o no, pero esto requiere como mínimo dos cosas: una, que estemos hablando de cuestiones que aportan valor añadido al propio funcionamiento de los servicios por separado sin perder la identidad de cada servicio y, segundo, que haya consenso profesional. Y si no lo hay, nosotros no lo haremos. Después, situaciones internas de algunos servicios que en algún momento determinado, como ha podido suceder en el servicio de Cirugía Pediátrica, nos han hecho pensar la posibilidad de barajar esto, de incluirlo en el área quirúrgica, pero esto en absoluto es un fin en sí mismo. En cuanto hemos solucionado y tenemos solución al problema interno que tenía el servicio, en cuanto al liderazgo clínico y al responsable del servicio, como así dijo el consejero en sede parlamentaria y en reiteradas ocasiones, nosotros mantenemos el servicio de Cirugía Pediátrica tal cual, como siempre.
Entonces, ¿no se va a integrar?
-No se va a integrar. En este momento no está en el horizonte integrar el servicio si los profesionales no lo ven claro y si nosotros no lo vemos claro; para nada.
En octubre se puso en marcha la UCI pediátrica del Complejo y hubo también quejas de los profesionales por su nueva ubicación. ¿Qué valoración hace del servicio? ¿Han detectado alguna anomalía?
-Nuestra valoración es muy positiva de esa decisión. Sólo con visualizar el entorno físico, la situación de dónde estaba la UCI antes a dónde está ahora, la comparación no se sostiene. La ubicación se cambia porque era una obviedad, la situación anterior no era comparable con la que tiene ahora, porque tenía un problema: ni respetaba los derechos de los niños ingresados, ni la presencia de los familiares, y la situación de los propios profesionales dentro del servicio. Después, en el proceso del traslado y de la incorporación creo que ha habido una participación expresa de todos los profesionales, de todos los estamentos, de otros servicios que aconsejan y marcan directrices en el proceso de apertura, como es Medicina Preventiva, que marcó una serie de exigencias que hemos cumplido regularmente y no hemos puesto ningún reparo a todas esas necesidades. Es un cambio de escenario, tienen que organizarse funcionalmente y es una cuestión que, en estos momentos, en el Complejo está ya solventada.
En junio se producirá la reversión parcial de las cocinas. Como gerente, ¿qué espera de este cambio?
-La reversión parcial de las cocinas también es un encargo del Gobierno, a través del departamento de Salud. Estamos trabajando de una manera muy activa en este proceso. También esperamos responder a las expectativas que este cambio puede suponer en la ciudadanía y mejorar, en lo posible, lo que es la prestación de este servicio, que es esencial para las personas y los pacientes hospitalizados. Sabemos que el reto es muy importante, sabemos que tenemos que estar centrados en ese proyecto, así lo estamos, trabajando desde hace ya unos cuantos meses intensamente, y estamos convencidos de que eso va a ir bien, tiene que ir bien, y el objetivo final es mejorar, dentro de lo posible, todo aquello que sea mejorable en la prestación del servicio de alimentación a los pacientes ingresados y mejorarlo con respecto a la situación actual, que ese es el encargo.
¿Qué inversiones tienen previsto realizar en el Complejo?
-Llevamos dos años en que la dotación presupuestaria tanto en capítulo 1 (personal) como capítulo 6 (inversiones) ha experimentado un cambio muy relevante. En lo que es equipamiento médico, el total de inversiones para 2017 son 3,6 millones de euros e incluso hemos anticipado medidas que sacamos a concurso que se tendrán que resolver en 2018, de 2,5 millones. Entre las medidas más relevantes de equipamientos médicos, está la adquisición de una gammacámara nueva para el servicio de Medicina Nuclear, que tiene un coste muy alto, 600.000 euros; el equipamiento necesario para el diagnóstico preimplantacional, que es un encargo que nos hace el nuevo decreto de Salud Sexual y Reproductiva; la adquisición de un aparato de litotricia para el servicio de Urología; y la habilitación de una sala blanca para terapia celular. En cuanto a equipamientos médicos de obras de remodelación, estarían los nuevos quirófanos y URPAS del hospital B -antiguo Virgen del Camino-, donde nos vamos a gastar 2.700.000 €, que estamos ya poniendo todos los equipos e implantándolos. Y de equipamiento general nos gastamos este año 3.029.000 € en camas, camillas, sillones... Son los tres grandes bloques. En cuanto a obras más importantes, este año tenemos unas nuevas dependencias para la farmacia extrahospitalaria, que costarán aproximadamente 800.000 €; implantar un laboratorio de bioseguridad de nivel 3 en el ámbito de servicio de Microbiología, esencial para Navarra y para las necesidades que surgen en este entorno, de 120.000 €; así como el concurso arquitectónico que tenemos que hacer y las obras para la unidad de rehabilitación cardiológica, que vamos a poner en marcha en la cartera de servicios -en el hospital A, antiguo Hospital de Navarra- y vamos a gastarnos 400.000 €. Además, está el proyecto arquitectónico del nuevo edificio del laboratorio unificado y las reformas de calderas, tanto del hospital B como del C -clínica Ubarmin-, que son casi un millón de euros.
¿Cuáles son los principales proyectos que llevarán a cabo este año?
-Estamos cerrando el tema para hacer una nueva sala de cirugía mayor ambulatoria. Nosotros tenemos que crecer en ese indicador, tenemos que incorporar nuevos procesos quirúrgicos a ese procedimiento porque da valor, y hay unas medidas orientadas en el hospital A, otras en el B, con nuevas dependencias y tal, y otras en el C, pero es un objetivo estratégico de este año mejorar e impulsar la cirugía mayor ambulatoria en los tres hospitales. Después hay un tema que también creo que es importante, este año con la dotación presupuestaria que tenemos en el capítulo 1, que es muy buena y que se ajusta además a lo que necesitamos, vamos a intentar mejorar, dotar, revisar aquellas situaciones de aquellas plantas de hospitalización con más personal de enfermería con el tema de mejorar los cuidados en el entorno de la hospitalización por el propio perfil de los pacientes hospitalizados, cada vez más mayores, más dependientes, más crónicos, más pluripatológicos. Hay una serie de necesidades que están detectadas en algunos ámbitos, alguna hemos empezado a aplicar y otras de mejora de adecuación de plantillas que iremos aplicando, para que eso vaya mejorando.
En el último Barómetro Sanitario, que publicó esta semana el Ministerio de Sanidad, la satisfacción de los navarros en general con el sistema sanitario público es la más alta de todo el Estado, pero hay áreas, como la espera para pruebas o para una cita, donde la satisfacción es menor.
-Los resultados del Barómetro Sanitario demuestran que la percepción que los ciudadanos tienen del sistema sanitario del Complejo es satisfactoria y es indicativo de que hacemos muchísimas cosas bien y los ciudadanos así las perciben. Creo, además, que el ciudadano es generoso en eso y le sale así. Si esa sensibilidad la tenemos para lo bueno, la tenemos que tener para lo negativo. En el ámbito que más tenemos que ir mejorando, y a pesar de que lo hemos hecho, todavía los ciudadanos nos dicen que tenemos que seguir mejorando la situación en las listas de espera y así lo demuestra el Barómetro y la encuesta de satisfacción. Y hay dos ámbitos, la accesibilidad, las esperas, y lo que está unido a la atención integral y continuada, que los pacientes se encuentren ubicados en el sistema. Eso significa que cuando dejan el hospital y vuelven a Primaria estén ubicados y, sobre todo, cuando de Primaria vienen aquí sepamos estar cerca de ellos. Todo el proceso de accesibilidad y de citación de pacientes es el ámbito donde más tenemos que seguir trabajando, como lo estamos haciendo, donde más esfuerzos le dedicamos, más desvelos, porque nada desvela más al equipo directivo ni a los trabajadores que el tema de la accesibilidad de los ciudadanos al Complejo.
¿Cómo le gustaría dejar el Complejo cuando abandone el cargo?
-Un hospital más accesible y próximo a las necesidades de las y los pacientes, orientado a la prestación de unos servicios de calidad, a través de una atención integrada, contando con la implicación y participación de profesionales por medio de la Gestión Clínica, con mejores dotaciones en infraestructuras y tecnología y más orientado a la docencia, formación de sus trabajadores e investigación clínica.
Nacimiento. Bargota, 1955.
Formación. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza (1979), es diplomado en Sanidad y experto en Gestión Gerencial Hospitalaria.
Experiencia. En 1986 entró por oposición como inspector médico del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Ha ejercido como subdirector provincial del Insalud, como gerente del área de Salud de Estella (6 años), como subdirector del área materno infantil del Hospital Virgen del Camino (2 años), como gerente del Hospital de Navarra (8 años), como gerente del Hospital de Laredo (15 meses) y como director del servicio de planificación, calidad e inspección de Política Social. En 2011 fue nombrado jefe del servicio de coordinación, calidad y control asistencial del SNS-O; cargo que ostentó hasta agosto de 2015.