“La recuperación del euskera es un ejemplo a seguir para la lengua aymara”
Vino a Pamplona a cursar un máster en Tecnologías de Alimentos y regresa a Perú tras descubrir el euskera, una lengua propia como la suya, el aymara, que desea relanzar
pamplona - El ingeniero agroindustrial Virgilio Valderrama Pacho llegó a la Universidad Pública de Navarra a comienzos de febrero para estudiar parte del máster en Tecnología de los Alimentos que cursa en la Universidad Nacional de Huancalevica (Perú). Natural de Chucuito, un pueblecito de la meseta andina del lago Titicaca, la única región peruana en la que la lengua aymara sigue viva, Valderrama ha descubierto el euskera durante su estancia en Pamplona. Este ingeniero, defensor del aymara, ha mantenido contactos con varios colectivos euskaldunes para interesarse por su trabajo, conocer su experiencia y ver si puede trasladarla a su país para ayudar a relanzar su lengua materna.
¿Por qué decidió venir a estudiar a Pamplona, a la Universidad Pública de Navarra?
-Soy ingeniero agroindustrial y decidí matricularme en máster en Tecnología de los Alimentos en la Universidad Nacional de Huancalevica. Surgió la oportunidad de realizar una movilidad gracias al programa Erasmus + y me pareció muy interesante como experiencia. Además formo parte de un grupo de investigación sobre la recuperación de productos andinos y me pareció interesante venir a Europa de cara a poder participar en proyectos comunes.
Usted procede de Chucuito, una localidad cercana a Puno la cuna de la lengua aymara, en Perú, y se ha implicado en la recuperación de ese idioma. ¿Sabía que en Navarra existe una lengua propia, el euskera?
-No. Lo supe cuando llegué acá, me enteré de que también se hablaba un idioma nativo y me recordó a mi lengua, el aymara. Contacté con varios colectivos defensores del euskera y me impactó cómo se ha recuperado esta lengua en Navarra, un idioma que se perdía por las trabas de la dictadura, y que ahora se ha levantado. Es un ejemplo a seguir para nosotros. Una vez regrese voy a conversar con la gente de allá, les voy a contar la experiencia de acá para ver si podemos seguir el mismo camino.
¿Qué similitudes encuentra entre ambas lenguas?
-Tanto el quechua como el aymara tienen distintos dialectos, algo que según he sabido también ocurre con el euskera. El aymara no se usan ni la e ni la o, y se utiliza bastante la k. Suena parecido al japonés. Hay algo que me ha gustado del euskera y es la unificación a la hora de escribir, allá cada cual escribe de una forma. En ese sentido estamos en desventaja y es algo en lo que creo debemos trabajar.
El aymara es la primera lengua nativa en Bolivia, la segunda en Perú y también se habla en Chile y algunas zonas de Argentina. ¿Cuál es la situación de este idioma en su país?
-En el Perú lo hablamos sólo un promedio de 240.000 personas de los 32 millones de habitantes, y se concentra en una zona, alrededor del lago Tiquitaca. Se dice que en la época en la que se fundó el imperio inca el aymara era la lengua de la realeza y la nobleza mientras que el pueblo hablaba quechua. En las últimas décadas una parte se va perdiendo pero por otra se fortalece. Y es que hace unos cuatro años se aprobó una nueva ley universitaria que establece que para lograr el grado universitario hay que acreditar que saben, aparte del español, una lengua extranjera (preferiblemente el inglés), o una lengua nativa (quechua o aymara). Esta nueva ley fortalece sobre todo al aymara, ya que estaba más desatendido por el Gobierno. No tiene nada que ver con el quechua, que se habla en la mayoría de las provincias del Perú y hay programas de televisión nacional que se emiten en esa lengua. En Puno, la capital de esta región aymara, sí que existe una radio que se emite íntegramente en esa lengua y aunque hasta hace poco la educación era sólo en español ahora en zonas aymaras se está impartiendo la mitad en español y la otra mitad en aymara.
Entiendo que la ley universitaria ha sido un punto de inflexión en favor de esta lengua...
-Sí y también el Aymarazo, un movimiento social que tuvo lugar en 2011 y que ha ayudado a recuperar la lengua. La gente luchó contra una minería que se quería establecer en la zona e iba a contaminar el lago y con ello iba a acabar con la agricultura de la zona. En definitiva, la población aymara iba a desaparecer. Se levantaron y lograron paralizar el proyecto. Esto dio fuerza a los aymaras, es más que una lengua, es una cultura y un sentimiento. Los aymaras son luchadores, no son fáciles de convencer, son gente muy decidida.
He leído que la semana pasada el Congreso de la República aprobó el predictamen para crear la Universidad Nacional Autónoma Aymara. ¿Qué le parece esta iniciativa?
-Es una buenísima noticia, va a suponer un avance tremendo para el aymara. Es importante que, a pesar de ser una comunidad pequeña, se vaya a crear esta universidad ya que va a servir para impulsar una lengua. Los quechuas están más extendidos y no la tienen, ahora la demandarán. En Puno existe un instituto de investigación del aymara y hay muchos investigadores de Alemania, Bélgica, Chile o EEUU interesados en su estudio. La lengua abre puertas y une. Le voy a contar una anécdota. En Bolivia, donde el aymara es la primera lengua nativa y se está relanzando mucho debido a que el presidente Evo Morales es de una comunidad nativa aymara de la frontera con el Perú, se ponen muy drásticos en la frontera. Sin embargo si hablas aymara pasas sin pasaporte. Otra curiosidad. En el norte de Chile, como se estaba perdiendo la lengua, el Gobierno impulsó un intercambio de su comunidad con otra de Perú para propiciar que surgieran parejas. Unión para fomentar el idioma. Lo consiguieron y se los llevaron para allá. El tema es que nos ha perjudicado porque los chilenos se han llevado el banco genético de las alpacas por Los Andes y lo venden como si fuera suyo.
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