"Durante los últimos años Enfermería ha experimentado un desarrollo académico muy importante, que le permite asumir muchas competencias. Sin embargo, a nivel profesional esas competencias se ven un poco limitadas porque la normativa que define nuestras funciones, que en 2023 hará 50 años desde que se hizo, no es acorde al actual marco académico", ha explicado Ana Aríztegui Echenique, subdirectora de cuidados asistenciales, atención domiciliaria, sociosanitaria e intervención comunitaria de Atención Primaria. Por ello, su compañera Uxua Lazkanotegi Matxiarena ha reclamado a los políticos que "legislen a la altura del siglo XXI, adaptando la Ley a las competencias formativas".

Con motivo del Día Internacional de la Enfermería -que se celebra este jueves-, reunimos a cinco profesionales de las 5.826 que ejercen en la Comunidad Foral -la mayoría de ellas, concretamente el 93,5%, son mujeres- para hablar sobre su situación actual, problemas, demandas y retos de futuro. Como ha reconocido Aríztegui, tras dos años de trabajo duro durante la pandemia "todos los profesionales sanitarios están cansados". No obstante, ha apuntado que la irrupción del coronavirus ha supuesto una "mayor visibilización" de la Enfermería a nivel asistencial, porque "han gestionado mucho seguimiento covid", pero también un cierto retroceso, porque en Atención Primaria hemos centrado mucho la actividad en la realización de tareas muy concretas (muestras, vacunación...) y no hemos podido desarrollar todas nuestras competencias", dejando de hacer, por ejemplo, la atención al paciente crónico.

En esta línea, Lazkanotegi, jefa de Enfermería de Padre Menni de Pamplona y Benito Menni de Elizondo, ha afirmado que "estamos preparadas, somos competentes, somos especialistas, tenemos un recorrido profesional que probablemente todavía no esté acorde con el recorrido normativo y la pandemia sólo ha visibilizado la técnica, cuando hacemos mucho más. De hecho, la covid nos ha obligado muchas veces a dejar a un lado las necesidades de nuestros pacientes, en mi caso la atención a la patología mental, para centrarnos en hacer la técnica, los aislamientos...".

Tras mencionar la complejidad que está suponiendo sobre todo en el ámbito sanitario recuperar de algún modo la "normalidad", Lazkanotegi ha recordado que "sigue habiendo positivos. Al quitar las mascarillas parece que ya no hay covid y está ahí. De hecho, es más difícil nuestra posición, porque encima tenemos que hacer cumplir unos cuidados o unas necesidades que la población a veces no entiende". Por ello, ha abogado por "visibilizar nuestras competencias más allá de la técnica" y ha pedido a las autoridades "reflexionar sobre el liderazgo enfermero y los puestos que podemos desarrollar en ámbitos de decisión".

Importante en el equipo

"Tenemos muy buenas palabras desde arriba, pero pocos hechos"

Por su parte, la enfermera Ariñe Sádaba Ezker, que trabaja en el centro de salud de Huarte pero actualmente está de baja por maternidad, ha constatado que "ha habido un cambio en cómo nos han tratado desde la primera ola a la sexta. En la primera los pacientes nos hacían batas, venían, entendían todo, que les vieras, que no les vieras, y ahora no. Hemos vuelto a la sociedad de consumo de todo ya y quiero que me vean hoy, porque me he levantado con un poco de tos. Tenemos muy buenas palabras desde arriba, desde los políticos, pero pocos hechos y nos hace falta realidad: queremos plazas, queremos que se quite la eventualidad, queremos que nos dejen investigar, que nos dejen dirigir... queremos ser líderes, que lo podemos ser perfectamente".

Respecto a esa premura en la demanda de atención, Raquel Aizcorbe Zabalza, que trabaja en urgencias pediátricas, ha explicado que "los niños son de fácil manejo, son unos benditos, pero los padres son más difíciles. A veces no van ni a Primaria y quieren inmediatez". De hecho, ha mencionado que la capacidad de espera ha empeorado con la pandemia. "Quieren atención inmediata y su hijo está el más grave de todos". Tanto es así que, como ha señalado, cuando realmente acude una urgencia grave, que no suele ser muy habitual, algunos progenitores son conscientes de la diferencia que hay con su caso, pero otros no y siguen reclamando asistencia.

El caso de Yolanda Martínez Cámara es diferente, porque ella es médica y enfermera. "La Medicina me gusta mucho, pero la Enfermería también y nunca he dejado de hacer sus técnicas", ha indicado la actual directora gerente de Atención Primaria del Área de Salud de Pamplona, quien ha sostenido que, gracias a la pandemia, "ha calado mucho que la enfermera es un miembro muy importante del equipo en los centros de salud".

Martínez ha constatado que "la capacitación ha aumentado mucho desde cuando estudiaba en la Facultad de Enfermería -acabó en el año 1993- a ahora. No tiene nada que ver la formación, pero no ha cambiado el marco legal", lo cual ha considerado que "es un problema" que "hay que cambiar". En esta línea, ha explicado que "yo recibo muchas críticas diciendo que contratamos enfermeras porque no hay médicos y de eso nada; esa no es la realidad. Médicos hay, pero en un equipo cada uno tiene que tener su trabajo, que estará en función de su capacitación, y desde luego Enfermería tiene una capacitación muy importante y no nos engañemos que nuestro trabajo no es hacer pruebas. Nuestro trabajo es mejorar la salud y para ello Enfermería es el que tiene el papel más importante en el centro, porque hace la promoción de la salud, la prevención, la intervención comunitaria.... y son las cosas que luego nos van a dar resultados a medio-largo plazo".

Y es que, como ha argumentado, "yo no quiero tratar a los enfermos, lo que deseo es que las personas no se pongan malas. ¿Qué hay que hacer para eso? Por supuesto, control de enfermedades crónicas para que no haya complicaciones y educar a la población en hábitos de vida saludables y, desde luego, eso lo ha hecho durante muchos años, lo hace y lo va seguir haciendo Enfermería".

El rol de los cuidados

"En Salud Mental y sociosanitaria hay falta de profesionales"

Preguntadas por cuál consideran que es el principal problema que actualmente conviene atajar, han coincidido en la "falta de profesionales", que no es una cuestión que afecte sólo a Navarra, sino a todo el mundo. Al respecto, la directora gerente de Primaria ha expuesto que "en Medicina sufrimos esta carencia desde hace muchísimos años, pero en Enfermería, con la pandemia, estamos teniendo ahora problemas importantes. La realidad es que ya antes había, pero nos arreglábamos mal que bien en los centros: si faltaba una no se cubría, hacíamos el trabajo entre todos, pero con el volumen de trabajo que hay ahora... Leugo también se ha aumentado el número de profesionales por equipo, se ha incrementado la plantilla en los hospitales y entonces no tenemos suficientes para cubrir todo lo que deberíamos". No obstante, como han apuntado, al tratarse de un colectivo feminizado, con bajas maternales, permisos, reducciones de jornada... resulta todavía más complicado cubrir esas vacantes que se producen.

Concretamente, han señalado que tanto en Salud Mental como en centros geriátricos "hay una falta de profesionales importante". Al respecto, Lazkanotegi ha considerado que hay que poner encima de la mesa la "terrible" falta de enfermeras que hay en el ámbito sociosanitario. A su juicio, "habría que hacer una reflexión desde la formación". El rol principal que desempeña este colectivo es el de los cuidados y estos "están en los crónicos, las personas mayores...". Sin embargo, como ha apuntado, "no es una orientación muy atractiva para los alumnos", ya que la mayoría prefiere trabajar en Urgencias o en la UCI. Por ello, ha abogado por "cambiar esa visión".

En esta línea, Aríztegui ha reflexionado que "los espacios sociosanitarios son donde más gente frágil, vulnerable, tenemos, donde realmente la figura de la Enfermería tendría que ser súper importante, porque realmente ahí están las personas que tienen mayores necesidades de cuidados, y no le estamos dando la importancia que tiene". En cambio, ha añadido Sádaba, "la solución que están dando es aún peor, porque se están inventando una FP cuando hay una especialidad oficial de Enfermería, que es Geriatría".

Finalmente, Aríztegui ha mencionado que hay "una limitación en el propio colectivo, porque nosotras mismas no nos creemos de lo que somos capaces". Por ello, Martínez ha considerado clave "la confianza en nosotras mismas, en la capacitación que tenemos y en su desarrollo". Ha destacado la importancia del trabajo en equipo para un abordaje integral, pero ha reconocido que sería mucho mejor que "hubiese un marco legal claro de cuáles son las funciones de cada uno, que nos apoyase a cada profesional en nuestro ámbito y mantener así el trabajo conjunto".

Con motivo de esta jornada, Aizcorbe ha pedido que se reconozca la especialidad de pediatría; Sádaba ha reclamado "menos medallas y buenas palabras y más hechos"; y Aríztegui, "incorporar más enfermeras en los órganos decisorios y que, cuando se nos oferte participar, accedamos, porque el camino se hace al andar". Por su parte, Lazkanotegi ha solicitado a la sociedad que "cuando necesite cuidados, busque a su enfermera"; a los políticos legisladores, que "por favor nos adaptemos a los tiempos"; y a sus propias compañeras, que "hagamos visible lo que hacemos y seamos críticas con nosotras, con los cuidados, con cómo lo hacemos y entendamos que muchas veces los gestores lo tenemos difícil a la hora sustituir todas esas vacantes que nadie queremos".