“Los profesionales muchas veces informamos a los pacientes de una forma clásica muy paternalista, en base a lo que creemos que es lo mejor para ellos. ‘Si te ha dado un ictus tienes que hacer esto porque es lo que pone en las guías y en tu caso concreto hay que dar este tratamiento’. Lo hacemos con buena voluntad pero hay que trabajar en otras alternativas de comunicación”. Así arrancó la ponencia Juntos en el ictus que ha impartido esta semana María Herrera, facultativa de Neurología del Hospital Universitario de Navarra (HUN), en una de las jornadas organizadas con motivo del Día Mundial del Ictus que se celebra este sábado 29 de octubre.

En su comparecencia, en la que se trataba las decisiones compartidas en el proceso de ictus, Herrera defendió “otro modo de comunicar a los pacientes con ictus”: “Yo a ti paciente te informo de las opciones y de las recomendaciones que hay y te digo que todo apunta a que esta decisión es la mejor terapia, pero tú, ¿qué necesitas? Es esa pregunta, el qué necesita el paciente, lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar decisiones”.

A esta reflexión se ha llegado gracias al trabajo realizado en el marco de un proyecto europeo transfronterizo que buscaba mejorar la atención a pacientes con ictus.“Se han llevado a cabo talleres temáticos para trabajar las decisiones compartidas y su impacto en la atención”, detalló Herrera, que explicó que al fin y al cabo se trata de aplicar “una medicina centrada en el paciente”. Esto consiste en que la misión y los valores de la atención estén alineados con las metas del paciente, que siempre debe de estar en el centro”.

Cuidados Paliativos

Esto es algo que tiene un gran impacto en los cuidados paliativos a pacientes con ictus. La enfermera Cristina Ayanz explicó que por la unidad de cuidados paliativos han pasado 21 pacientes con ictus desde septiembre de 2019, de los cuales 15 fallecieron, 12 solicitaron atención religiosa, 4 fueron derivados a San Juan de Dios y uno a residencia.

“Es muy importante que tengamos en cuenta la esfera física y emocional del paciente y también de su familia. Hay que hacerles protagonistas y adaptarnos en técnicas de comunicación”, concluyó Ayanz.