Con la llegada del frío hay pocas cosas más reconfortantes que encender una chimenea y sentarse delante de ella a contemplarla. No obstante, las chimeneas -como todos los sistemas productores de calor- tienen riesgo de incendio si no se mantienen, utilizan y aíslan adecuadamente y, por ello, desde SOS Navarra recuerdan una serie de consejos para aumentar la seguridad y evitar estos accidentes, tan frecuentes en otoño e invierno.

Unas 100 intervenciones al año de los bomberos

  • La media anual de intervenciones de los Bomberos de Navarra por incendios en chimeneas es de alrededor de 100.
  • Asimismo, casi uno de cada cuatro incendios en viviendas está causado por una chimenea.

Tras destacar que la construcción o reforma de la chimenea "debe ejecutarse correctamente, ya que el tiro o conducto de evacuación de los humos atraviesa forjados y cubiertas que deben estar perfectamente aislados", advierte de que "no aislarla del forjado o hacerlo de forma deficiente supone exponer a la vivienda a un alto riesgo de incendio".

Así, desde SOS Navarra aconsejan comprobar el aislamiento con un profesional, así como contratar a profesionales para las reformas con el fin de que garanticen que la instalación cumple con la normativa.

Mantenimiento periódico

La madera al arder destila una serie de aerosoles que se van depositando a lo largo de las paredes del conducto. Al acumularse, crean una costra alquitranosa llamada creosota que, si adquiere cierto grosor, se puede poner incandescente y arder. Una chimenea con un alto nivel de creosota es muy peligrosa y es fácil que provoque un foco de ignición en la estructura de la vivienda. Por ello, recomiendan deshollinarla periódicamente: si la utilizas a diario, debes hacerlo todos los años y, si lo haces con menor frecuencia, cada dos o tres años como máximo.

En esta línea, aconsejan encargar siempre las labores de limpieza a un profesional, ya que se trata de trabajos en altura y deben acometerse con los medios de seguridad necesarios.

En cuanto al uso, recomiendan evitar sobrecargas de leña, ya que una emisión de calor excesiva aumenta el riesgo de generar un foco de ignición en algún punto del tiro.

También aconsejan que la madera esté seca y dura y crear una zona de seguridad alrededor de la chimenea, no colocando a menos de dos metros de distancia del fuego material combustible, tipo muebles, alfombras, ropa húmeda...

Finalmente, tras mencionar que es preferible que este sistema de calefacción tenga puerta, recuerdan ventilar la estancia constantemente, asegurarse de apagar totalmente el fuego antes de marcharse o irse a dormir e instalar correctamente un detector de incendios, que permitirá descubrir a tiempo el inicio de un fuego.

Si a pesar de seguir todas estas precauciones, ve humo o fuego, llame inmediatamente al 112. Después, apague la chimenea y, si se siente capaz, intente sofocar las llamas mientras lleguen los bomberos, pero siempre sin ponerse en peligro.