Después de organizar el pasado mes de agosto la I Copa Navarra de Trabajo en Caza Menor con Perro para Podenco Andaluz, la gran afición que hacia este animal está creciendo en la Comunidad foral ha hecho que la Asociación de Cazadores de Fustiñana haya preparado, junto a la Federación Navarra de Caza, una nueva prueba de esta modalidad. El evento deportivo se desarrollará el próximo 26 de febrero y contará con la ayuda tanto del consistorio de esa localidad, como del de la cercana Cabanillas.

Todo esto ya preparado y las inscripciones, abiertas hasta el día 23, se pueden efectuar llamando al teléfono de la citada asociación (679434815). En la primera parte, se ejecutarán seis batidas (cada una de ellas, con un máximo de seis perros) en terrenos de carriceras, zarzas y monte bajo. De esas eliminatorias, saldrán seis animales, que participarán en la final, que tendrá lugar en una ladera agreste muy dura y sucia, con carrasca, romero muy alto y espino.

Así lo explica el presidente de la sociedad de cazadores fustiñanera, Francisco Javier Marchite, que venció en el torneo de agosto. Este amante de los podencos precisa que será una copa local y abierta. “La hacemos por amor al podenco y para que los aficionados a esta disciplina nos vayamos conociendo. Nos servirá también para coger más experiencia de cara a la prueba autonómica, que nos gustaría llevarla a cabo en octubre”, manifiesta. Por tanto, a ella se pueden apuntar cazadores de fuera de la comunidad, pero deberán contar tanto con la licencia de caza que expide el Gobierno de Navarra, como con la licencia federativa.

El acto será más especial, si cabe, para cinco navarros que, durante los últimos meses, han estado trabajando para formarse como jueces de esta clase de competiciones. “Va a ser nuestro bautizo -precisa Marchite-. De hecho, prácticamente de Madrid hacia el norte, salvando la zona levantina, los únicos jueces que hay en España somos cinco navarros”. Después, incluso, podrán actuar como jueces en otras partes del país. La persona que los ha estado instruyendo en este tiempo estará en permanente contacto con ellos durante la competición del día 26, pero los cinco se encargarán en solitario de sacar el torneo adelante. “Estamos muy ilusionados, como niños con zapatos nuevos”, incide.

Esta tipología de competiciones con podencos, expone Marchite, son muy espectaculares para el público que acude a presenciarlas, ya que los espectadores pueden ver en todo momento los lances de los perros. Y, además, son completamente seguras, ya que en ellas no se utilizan armas. “Los podencos, cuando detectan el rastro de un conejo, empiezan a señalarlo a través de los movimientos que hacen con el cuerpo y de sus latidos. Si el rastro es fresco, de hecho, emiten un latido muy especial. Y si ya perciben a la presa muy cerca, su latido cambia de ritmo y de intensidad, hasta volverse, cuando ven un conejo, en sonidos estruendosos y explosivos. Es digno de ver”, sentencia.