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Luis Rubiales dio el beso a Jenni Hermoso porque la vio “apesadumbrada”

Un perito en lectura de labios ha asegurado que el expresidente de la RFEF dijo a la jugadora: "¿Te puedo dar un besito?"

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Rubiales le pidió "un besito" a Hermoso y esta le dijo "vale": "Es algo totalmente espontáneo"EP

Luis Rubiales se sentó este martes ante el juez para dar su versión de los hechos sobre el beso que le dio a Jenni Hermoso en la recogida de medallas del Mundial femenino de fútbol celebrado en Australia y Nueva Zelanda en 2023. No hubo sorpresas. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se ratificó en que el “besito”, como lo llamó, fue consentido y lo justificó porque la vio triste, “apesadumbrada”, según sus palabras. 

En la quinta jornada del juicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional, donde afronta una petición de dos años y medio de cárcel, el que fuera máximo mandatario del fútbol español no cambió a grandes rasgos sus anteriores versiones. A las preguntas de la fiscal Marta Durántez, insistió en el consentimiento que niega la víctima y dejó caer algo que ya aseguró tras declarar hace ahora un año, que Hermoso cambió de versión. “Pregunté: ¿puedo darte un besito? Y me dijo: vale”, aseguró el exfutbolista. Es más, sostuvo que lo hizo cuanto menos para darle ánimos tras verla “apesadumbrada” por el penalti que falló en la final disputada ante Inglaterra. 

Según su relato, le dijo a Hermoso “si quería un besito, no un piquito (como dijo cuando se negó a dimitir en aquella asamblea celebrada el 25 de agosto de 2023 y ante el juez de Instrucción, tal y como le recordó Durántez). En ese momento no lo recordaba. Son palabras sinónimas”. “Al ir a besarnos, después de que me diera permiso, le cogí de la cara. Es todo simultáneo”, agregó. Ante la incredulidad de la fiscal, Rubiales sentenció: “Estoy seguro de que Jenni me dio el consentimiento”.

No obstante, y pese al tono altivo que empleó en algunos momentos de la declaración, el expresidente de la RFEF reconoció que se equivocó. “Metí la pata (...) Me comporté como un deportista que consigue un éxito, como uno más del grupo. En ese momento debí tener la sangre más fría, un papel más institucional, pero de ahí a que haya delito... para nada”.

Picos a sus hijas

En cualquier caso, le restó importancia y calificó su gesto de “tontería”, comparándolo con el “pico” que le da a sus hijas “cuando aprueban todas las asignaturas”. Y ante las dudas de la fiscal de si hubiera hecho lo mismo con un hombre, le espetó: “Yo me comía a besos a un montón de futbolistas”.

Frente a la versión de las compañeras de Hermoso de que se encontraba muy afectada por lo sucedido, Rubiales defendió que “Jenni estaba bien”. En el avión de vuelta, donde la Fiscalía sitúa parte de las presiones para que la jugadora aceptará salir en un vídeo junto a él para quitar hierro al asunto y lavar su imagen, Rubiales dijo que ella estaba “feliz, contenta, dando saltos de alegría” y que no había ningún tipo de tensión, lo que se contradice con el relato de las jugadoras que testificaron los días pasados.

También negó haber pedido al resto de acusados -el exseleccionador Jorge Vilda, el exjefe de marketing Rubén Rivera y el exdirector deportivo de la RFEF Albert Luque- que intentaran convencer a la jugadora. “En ningún caso”, remató. Asimismo, rechazó cualquier intención de índole sexual.