El trastero era un verdadero supermercado de la droga. Situado en un edificio de la calle José Manuel López González, en el barrio del Soto de Lezkairu, era utilizado por los dos narcotraficantes para almacenar speed, ketamina, cocaína, marihuana y pastillas de éxtasis, que vendían a sus clientes. Tras ser detenidos por la Policía Municipal de Pamplona, hace casi un año, en la que fue denominada como “la mayor operación antidroga” desarrollada por este cuerpo policial, J.M.C.A. y D.O.G. será juzgados este viernes en la Audiencia Provincial de Navarra, donde se enfrentarán a penas de 9 y 8 años de cárcel, respectivamente.

Según consta en el escrito de calificación provisional del Ministerio Púbico, desde junio de 2021 los dos acusados venían dedicándose a la venta de sustancias estupefacientes, que distribuían entre compradores en el barrio de la Milagrosa, donde residía uno de ellos. Las diferentes drogas eran guardadas por los dos acusados en un trastero alquilado en un edificio situado en el Soto de Lezkairu, adonde acudían para recoger la mercancía que vendían a los compradores en las inmediaciones.

Fruto de las vigilancias y seguimientos realizados por agentes de la Policía Municipal de Pamplona, los dos narcotraficantes, vecinos de la capital navarra de 40 y 44, fueron detenidos en el marco de la operación Ucar a mediados del mes de diciembre de 2021, después de seis meses de investigaciones.

Fueron vecinos del barrio de la Milagrosa los que alertaron sobre la presencia de los traficantes. Se trata de una red minorista a la que se le intervinieron 2,18 kilos de speed, ketamina (985 gramos), cocaína (285 gramos), marihuana (10 gramos), 2.865 pastillas de éxtasis y 4,5 kilos de sustancias de corte, lo que hubiera alcanzado en el mercado ilícito en valor de unos 182.107 euros, así como 1.500 euros en efectivo. 

En Lezkairu los agentes localizaron en un registro con orden judicial dos básculas de precisión, una máquina termoselladora, varios paquetes de bolsas para envasar al vacío, recortes de plásticos para restos de sustancias, un molinillo para mezclar y útiles para preparar dosis y venderlas. Por tanto este lugar era no solo almacén, sino también el espacio donde se preparaba y dosificaba la droga para proceder a su distribución, lo que para la Policía Municipal supone que los arrestados no se limitaban solo a la venta sino que tenían un mayor nivel de implicación y profesionalidad en el manejo de estupefacientes. 

El Ministerio Fiscal reclama para J.M.C.A., en prisión por otra condena por tráfico de drogas, una pena de 9 años de cárcel, mientras que para D.O.G, la petición de pena es de 8 años de cárcel. Para cada uno de los acusados, que serán juzgados este viernes en la Audiencia Provincial de Navarra, solicita el pago de una multa de 546.321 euros.