El guardarraíl reforzado existente en el lugar en el que se ha accidentado este martes un microbús escolar en Artazu con diez menores a bordo ha resultado clave para que los resultados del siniestro no hayan sido mucho más graves. “El quitamiedos ha evitado una tragedia”, han reconocido fuentes de la empresa desplazadas al lugar del siniestro, en el que tres menores de 7 a 11 años han resultado heridos, uno de ellos de gravedad. EL ACCIDENTE, EN IMÁGENES

El microbús, que tiene capacidad para 15 plazas, era conducido por una chófer profesional que llevaba “unos dos años realizando la misma ruta”, según han explicado fuentes de la compañía de autobuses, que han destacado que todos los menores llevaban los cinturones de seguridad abrochados. “Es una medida obligatoria sobre la que somos muy exigentes. No dejamos que ningún niño o niña vaya sin el cinturón abrochado”, han recalcado estas mismas fuentes.

A la izquierda, el microbús volcado. Javier Bergasa

Imagen de detalle del quitamiedos. Javier Bergasa

En el momento del accidente el asfalto estaba mojado como consecuencia de la humedad matinal y el microbús se ha salido de la curva, en un tramo de pendiente descendente, y ha chocado contra el guardarraíl reforzado con el sistema de protección para motoristas (SPM). Esta barrera ha sido decisiva para impedir que el vehículo se despeñase y que las consecuencias del accidente hayan sido de mayor gravedad. “El quitamiedos ha evitado una tragedia”, han incidido desde la compañía de transporte.

La barrera, clave.