Noche trágica en las carreteras de Gipuzkoa con la muerte de dos personas a causa del choque entre dos vehículos en la N-I a su paso por Legorreta. Pasada la medianoche de ayer, en torno a las 00.05 horas, una monovolumen colisionó contra un automóvil, provocando el fallecimiento en el acto del copiloto del primer vehículo, un hombre de en torno a 42 años y vecino de Beasain.

Como consecuencia de la colisión, además, otras cuatro personas resultaron heridas y tuvieron que ser trasladadas al hospital, donde, a mediodía, fallecería una segunda persona, una mujer, de 30 años y de Ataun, que viajaba en el segundo de los vehículos.

Según ha podido saber este periódico gracias al testimonio de varios testigos que atendieron el accidente nada más producirse, ambos vehículos chocaron frontalmente después de que uno de ellos accediera a la N-1 en dirección contraria. “Los coches han quedado desintegrados. Es un milagro que no hayan muerto todos”, relataron los testigos, señalando que, en el momento del suceso, la carretera estaba mojada y se estaba produciendo una fuerte chaparrada.

El Departamento de Seguridad confirmó que, como consecuencia del choque frontal, un hombre de en torno a 42 años, que, al parecer, viajaba de copiloto en la furgoneta siniestrada, perdió la vida. La víctima sería vecino de Beasain.

Como consecuencia del accidente, también resultaron heridas otras cuatro personas, dos más por cada uno de los vehículos, con diferente grado de consideración. Los servicios de emergencia desplazados al lugar, al que también acudieron agentes de la Ertzaintza y bomberos pertenecientes a los parques cercanos de Tolosa y Ordizia, trataron sin éxito de salvar la vida del hombre, al tiempo que trasladaron a las personas heridas a un centro hospitalario.

A mediodía, una de las personas hospitalizadas también perecería como consecuencia de las heridas sufridas por el golpe. Se trataría de una mujer de aproximadamente 30 años, natural de Ataun, que viajaba en el automóvil que conducía su pareja y que se habría chocado contra la furgoneta que circulaba en sentido contrario. Por el momento, se desconocen en profundidad las causas de lo ocurrido, aunque fuentes consultadas por este periódico señalan que el alcohol podría estar detrás de lo sucedido. El conductor, de 47 años, y el estado en el que se encontraba en el momento de la colisión están siendo objeto de investigación por parte de los agentes de la Ertzaintza.

Segunda y tercera muerte

Estas dos muertes en las carreteras guipuzcoanas se suman en lo que va de año a la ocurrida el pasado 5 de enero en la subida al alto de Gaintxurizketa, donde una joven de 18 años perdió la vida tras ser arrollada por un vehículo cuando trataba de cruzar la GI-363 a la altura de Lezo. Como consecuencia de ello, alumnos del instituto Don Bosco, al que pertenecía la fallecida, tratan de buscar un paso seguro en la zona con la ayuda de trabajadores de las empresas cercanas a la parada de Euskotren. Hasta ahora, las únicas víctimas mortales en Euskadi habían sido peatones, una por cada uno de los territorios históricos.