El chófer del autobús de La Estellesa que causó un accidente en el que murieron dos hermanos de 8 y 5 años de edad, vecinos de Ayegui, ha declarado este martes en el juicio que se celebra en Pamplona que el mismo día del tráfico suceso alertó a los mecánicos de que fallaban los frenos del autocar y les requirió que los revisasen.

A preguntas de la fiscal, que solicita 3 años y 9 meses de cárcel, el acusado, que ahora cuenta con 40 años de edad, ha explicado que fue el 17 de enero de 2020 el primer día que conducía el autobús implicado en el siniestro, pero que ya en el primer servicio por la mañana detectó que no frenaba bien. “Frenaba brusco y tenía que frenar con mucha fuerza para que parase”, ha asegurado. Así se lo comentó a la cuidadora de los escolares que le acompañaba.

Por este motivo, nada más regresar a la nave de la empresa, fue en busca de los mecánicos para alertarles de esta circunstancia. Asimismo, ha aseverado que los testigos o chivatos del ABS y el EBS estaban encendidos, lo que indicaría algún tipo de incidencia con el sistema de frenado.

Horas más tarde, cuando realizó otro servicio con escolares, nada se había resuelto. “Iba como una tortuga, muy despacio, porque no estaba nada contento, porque el autobús no frenaba bien”, ha insistido. Ya por la tarde, en el trayecto de ida entre Pamplona y Logroño, también tuvo problemas para detener el autobús en la rampa de bajada a la estación de autobuses en la capital navarra. 

Según ha manifestado el acusado, que es natural de Ghana, al llegar a Logroño y abrir el portamaletas percibió “un ruido muy raro, como si el autobús expulsase aire y lo chupase después”, una circunstancia que comentó con otros chóferes.

Fue tras la parada que realizó en Ayegui, cuando se dirigía hacia Estella-Lizarra por una pendiente descendiente, cuando el autobús se puso por encima de los 40 km/h, momento en el que pisó el freno, sin respuesta. “Lo pise suave, y luego más fuerte. Y no frenaba. Así que grité a los pasajeros que se agarrasen a lo que pudiesen porque iba sin frenos”.

El acusado, que pensó que “ese autobús no podía meterlo así en Estella, tengo que irme contra los coches estacionados para frenarlo”, ha negado que se confundiese y pisase por error el pedal del acelerador en vez del freno. “Sólo pisé el freno en todo momento”, ha afirmado, además de explicar que no usó el freno de mano “porque el autobús podría volcar”.

Durante el interrogatorio de la fiscal, que le ha preguntado por qué no puso el sistema de ayuda al frenado llamado retarder en la posición 5 (la más alta), en vez de en la 3 como hizo todo el recorrido, ha incidido en que “lo que fallaron fueron los frenos. Si llego a saber que iban a fallar, no me habría montado en ese autobús”.