La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha condenado este miércoles de conformidad a un joven, de origen español y que era estudiante universitario en Navarra, a dos años de prisión (suspendidos si no delinque de nuevo en tres años) por intentar violar en la habitación de su residencia a una joven a la que había conocido durante el Chupinazo de Sanfermines de 2023. Al acusado se le ha rebajado la petición inicial de condena, que era de 4,5 años de cárcel, debido a que ha indemnizado a la víctima con 10.000 euros y se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño. Además, tendrá prohibido acercarse a menos de 200 metros de la víctima durante cinco años, está inhabilitado para realizar cualquier trabajo o actividad con menores durante siete años e igualmente tendrá que realizar un curso de reeducación sexual. Se le ha condenado igualmente a una multa de 420 euros por un delito leve de lesiones que causó a la víctima.

Los hechos ocurrieron en la tarde noche del 7 de julio de 2023, cuando el procesado, que carecía de antecedentes penales, salió para disfrutar de las fiestas de San Fermín en compañía de otras personas, entre las que se encontraba la víctima. Sobre las 4.00 horas del 8 de julio, dado que se encontraban cansados decidieron irse a dormir, ofreciéndole el acusado a ella que se quedara a dormir en su habitación en una residencia universitaria donde él se alojaba. Una vez en la habitación, pusieron el despertador para que sonara la alarma a las 6.00 horas ya que querían acudir al encierro, y ambos se tumbaron en la cama, metiéndose dentro el acusado y echándose ella sobre el edredón.

Utilizó la violencia

En ese momento, el acusado instó a la chica a que le masturbara y ella pensó que se trataba de una broma. Sin embargo, sin mediar consentimiento, él le empezó a efectuar tocamientos y a agarrar del cuello. La chica replicó su negativa a cualquier acto sexual, pero el acusado prosiguió con la agresión mientras le agarraba con fuerza por por las muñecas y le besaba el cuello. La denunciante le gritó para que parase, diciéndole que le estaba haciendo daño y sintió temor ya que el acusado se comportaba violentamente.

Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió lesiones en el cuello e inflamación en la muñeca que le supusieron 14 días de perjuicio personal básico. Asimismo ha sufrido un daño psicológico consistente en sintomatología postraumática. Al acusado se le impuso por auto judicial de 9 de julio de 2024, la medida cautelar de prohibición de acercamiento y comunicación