El comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, y su contraparte estadounidense, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, hablarán de nuevo por teléfono este jueves como parte de la "rutina" que han acordado de mantener contactos casi a diario en aras de un acuerdo que ponga fin a la crisis arancelaria.
El Ejecutivo comunitario, que habla por los 27 en materia comercial, ha dejado claro esta semana que buscar "acelerar" las conversaciones para un acuerdo, después de que la tensión se elevara de nuevo con la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos gravámenes del 50% a las producciones europeas a partir de junio.
Sin embargo, en una llamada con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Trump aceptó aplazar la nueva tanda de aranceles hasta el 9 de julio, con el objetivo de dejar espacio al diálogo entre Bruselas y Washington para encontrar una solución a largo plazo.
Conversaciones bilaterales
En este contexto, Sefcovic habló con Lutnick el lunes y volverá a hacerlo este jueves, según ha anunciado el propio comisario en una rueda de prensa en Dubai, en donde ha asistido a la oficialización del inicio de las negociaciones comerciales con Emiratos Árabes Unidos. La semana anterior, el comisario tuvo contactos con los negociadores estadounidenses también el viernes y sábado, aunque no evitaron el ultimátum de Trump.
"Vamos a tener llamadas, diría, en una rutina de cada dos días y creo que tendremos otra el jueves", ha expresado Sefcovic, quien ha dicho que las partes están revisando "todas las líneas de aranceles" para ver "qué se puede hacer" y cómo abordar la situación en áreas en las que la UE y Estados Unidos pueden ser "mucho mejores juntos".
Pese a las treguas anunciadas, Estados Unidos mantiene aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio europeo y sobre las importaciones de automóvil y piezas de coche; mientras que la tasa del 20% que anunció sobre todas las demás producciones europeas está temporalmente rebajada en 10 puntos para la negociación.
La UE, por su parte, que anunció una primera batería de contramedidas y ultima la formalización de una segunda, mantiene toda su respuesta en suspenso como gesto de buena voluntad para la negociación.