RUSIA. Un grupo de sacerdotes ortodoxos de la región rusa de Tver Oblast recorrieron desde el cielo la ciudad para rociarla con agua bendita y limpiarla de pecados y vicios como la bebida o el sexo. Los religiosos Savva y Kashinsky, el padre Alexander Goryachev y otros miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa fueron los encargados de realizar la bendición de la ciudad, que tuvo lugar el pasado miércoles, coincidiendo con el Día de la Sobriedad del país. Subieron a un pequeño avión, que cargaron con 70 litros de agua bendita y dos iconos religiosos: uno, el Cáliz Inagotable, que se dice que puede curar a las personas de la adicción al alcohol y las drogas, y el otro, de Juan el Bautista. Después del despegue, desde un campo de aviación cercano a la ciudad de Tver, los clérigos se ataron los arneses de seguridad, abrieron la puerta del avión y oraron antes de verter el agua bendita sobre la ciudad.