- El británico Russell Jones sufrió recientemente una fractura de tobillo. Después de lesionarse, Russell notó que su perro Billy mantenía una pata delantera levantada cuando caminaba, el mismo movimiento que él tenía que hacer para caminar con la escayola. Preocupado por su mascota, Russell lo llevó a un veterinario para que le hiciera todos los chequeos necesarios, incluyendo radiografías de su pata aparentemente rota. Russell pagó incluso 300 libras (unos 338 euros) a un veterinario para que examinara lo que le ocurría a su perro. Así lo hizo el especialista, pero no encontró ninguna anomalía. Por el contrario, comprobó que el perro se encontraba en perfecto estado de forma. Entonces el veterinario le preguntó desde cuándo había estado Billy cojeando y, al enterarse que desde la lesión de su amo, el veterinario afirmó que el perro tan solo estaba imitando la forma en que camina su dueño con el tobillo roto. Tras recibir el diagnóstico, el orgulloso dueño del perro escribió en Facebook: “Me costó 300 libras en gastos veterinarios y radiografías. Nada malo, solo compasión. Lo amo”.