Pablo Rivero ha publicado nueva novela, la quinta. Dulce hogar (Suma, 2023), que así se titula, cuenta en esta ocasión una historia perturbadora, con una trama llena de aristas y de personajes complejos que lo arriesgan todo. Una crónica social que denuncia la presión hacia las mujeres y los hombres con temas como la maternidad, la cultura del éxito o la falsa felicidad. Un thriller demoledor, sombrío y pasional que profundiza en el miedo, ese que nos obsesiona hasta el punto de convertirse en morbo y que a veces se convierte en terror. 

Con esta ya lleva publicadas cinco novelas, prácticamente a una por año, ¿de dónde saca tanta inspiración? 

De todo lo que veo. Además, también me gusta mucho leer novela negra. Los thrillers y los true crimes son mis favoritos. Leo casi todos los periódicos todos los días y veo los sucesos para luego incorporarlos en mi escritura. Intento mantenerme en contacto con la realidad y las conversaciones de la gente, así como con los problemas que enfrentan. Constantemente tengo algún flechazo que se cuela en mi lista de temas. Cuando comienzo a desarrollarlo, es donde puedo incorporar todas esas cosas que he ido apuntando. La inspiración me llega constantemente al estar abierto y receptivo a mi entorno. 

Con la vida tan ajetreada que lleva, ¿en qué momento del día escribe?

Una vez que hago una selección de todo el material que tengo, lo ordeno y tomo decisiones sobre cómo quiero contarlo. Luego, una vez que he decidido, empiezo a escribir en cualquier momento. Puede que esté haciendo la cena y de repente me acuerde de algo y lo anote en mi móvil como una retahíla de ideas y momentos. Por lo general, me gusta escribir por la mañana y luego, por la noche, reviso lo que he escrito y dejo marcadas algunas cosas. Hago un esquema de lo que quiero abordar al día siguiente, porque si no, por la mañana, cuando me despierto, siento que estoy empezando desde cero. Dejo una escaleta clara de lo que voy a hacer en el siguiente capítulo. 

¿Tiene algún ritual que le ayude a escribir?

Mi ritual consiste en estar constantemente dándole vueltas a la idea que tengo en mente, estar conectado con ella todo el tiempo. Por ejemplo, con Dulce hogar, la sorpresa final que nadie se espera surgió mientras visitaba el zoológico de Santander. Mi enfoque es asegurarme de establecer sólidos cimientos y tener claridad sobre lo que voy a escribir, para luego dejar volar mi imaginación, pero siempre manteniéndome conectado con la historia en todo momento. 

¿Cómo se enfrenta a los bloqueos creativos o a la falta de inspiración durante la escritura?

En general, tengo muy pocos bloqueos creativos durante la trama porque mi manera de escribir implica hacer una escaleta exhaustiva de lo que quiero contar en cada momento. Incluso si no estoy inspirado en ese momento, el ordenar las ideas fluye de manera natural y, si no me siento en condiciones de avanzar en un capítulo, simplemente paso al siguiente y lo voy escaletando. Así, nunca tengo un momento en el que diga “no sé por dónde avanzar”, siempre tengo material porque sé el recorrido que quiero dar, conozco bien a mis personajes y, si algo no me sale, simplemente trabajo en otra cosa. Aunque a veces siento que me falta la última vuelta para darle el toque final a la trama, creo que eso es lo que caracteriza mis libros: el hecho de ser como un rompecabezas que sorprende al final. Siempre tengo un primer momento en el que me planteo si el libro tiene que ser de una manera determinada o si debería tener un final más efectista, pero lo que sí sé es que no me rindo. Estoy conectado con mi obra y sé que si no sale en una semana o en dos, de repente se me ocurre otra cosa y le doy el colofón final que estaba buscando.

¿Qué es lo que más disfruta de escribir novelas?

En mi opinión, la elección del tema es fundamental en la escritura. Me gusta encontrar un enfoque diferente a temas que no se han tratado con profundidad o que se han abordado de forma superficial. Me gusta poner el foco en algo que me importa y que me permite tener voz en mi libro. Además, disfruto siendo un poco cabroncete en mi escritura. En la novela negra, por ejemplo, me divierto intentando crear algo que me sorprenda a mí mismo y que también sorprenda a los lectores. En definitiva, para mí lo más divertido de escribir es poder crear algo que sea original y que a la vez sea entretenido e impactante. 

¿Cómo maneja las críticas de sus lectores?

Bueno, en general siempre me han escrito personas que han leído mis libros y me han dado críticas muy positivas. Claro, siempre hay personas que no les gusta algo de lo que escribo, por ejemplo, No volveré a tener miedo fue muy criticado a pesar de que fue uno de los libros más vendidos. Pero para mí, lo tomo de forma positiva, porque yo disfruto leyendo y viendo cosas que no necesariamente son para todo el mundo, tramas incómodas y personajes que no son estereotipos, y que no son simplemente buenos o malos. A veces la gente comenta que no les gusta un personaje o algo así, pero yo creo que es porque son humanos y no perfectos. La verdad es que la gente se emociona mucho con los libros y se involucra con ellos, al igual que con las series. Algunas personas me dicen que no pueden creer lo que escribo, pero yo simplemente escribo lo que me ha pasado a mí o a alguien cercano. Cada persona tiene su propia experiencia y gustos, y eso es algo que no se puede cambiar. 

¿Cómo se inspiró para escribir Dulce hogar?

Dulce hogar nace de una experiencia que tuve yo mismo. En mi casa tengo una cristalera que da al campo y mientras estaba leyendo, bajé el libro y me imaginé que había alguien entre los árboles, al fondo, mirando. Fue un momento en el que sentí que estaba solo en mi casa y en lugar de mirar hacia el paisaje, yo era la vista de alguien. ¿Quién era?, ¿Por qué estaba parado mirando?, ¿Quizás quería entrar?, ¿Era un animal o una persona? Todo eso me pareció bastante inquietante y lo llevé a una mujer independiente en la novela. Quería que la novela tuviera un arranque muy voyeur y morboso, inspirado en los thrillers sexys de los noventa que han sido un poco aparcados en la novela negra. Quería recrear esa sensación inquietante, pero a la vez mantener el interés del lector con un cierto morbo, que no te dejara mirar hacia otro lado.

¿Cómo se relaciona la trama de la novela con la vida real?

Al final de la trama, lo que he intentado es ir más allá del thriller y la intriga y tocar temas que están por debajo de la superficie. El personaje principal es una mujer muy independiente y viajada que representa a muchas otras mujeres en la sociedad actual. También está el marido, Rubén, que al igual que muchas parejas, está teniendo dificultades para concebir. Quería reflejar la realidad de que cada vez es más difícil encontrar la estabilidad y la felicidad en nuestra sociedad, especialmente cuando se trata de tener hijos. Parece que todo el mundo a nuestro alrededor tiene la vida perfecta, pero en realidad, falta la solidaridad y el tacto necesarios para apoyar a aquellos que están luchando por encontrar la felicidad y la estabilidad. Quería retratar esta falta de solidaridad y la presión social que nos hace sentir como si tuviéramos que tenerlo todo perfectamente encajado en nuestras vidas. 

¿Por qué Dulce hogar es sombría y pasional?

La verdad es que cada una de estas palabras refleja una parte importante de la trama de Dulce hogar. La novela es sombría porque es un thriller psicológico en el que la protagonista está constantemente alerta y vigilante, sobre todo por las noches. Además, es pasional porque hay un elemento muy importante que es el fuego. En resumen, sombría y pasional son palabras que describen la novela perfectamente y reflejan las diferentes capas y temas que abordo a lo largo de la trama.

¿Qué papel juega la maternidad en la historia?

El tema principal que mueve Dulce hogar es el sinvivir que siente Julia, y es lo que le lleva a estar al límite en muchas situaciones. Creo que el tema de la maternidad es lo que mueve todo, porque yo arranco la novela en el momento en que se muda a una casa porque quiere ser madre y resulta que se encuentra con una realidad que no le ayuda en nada. Se encuentra en un entorno en el que todas son madres y tienen muy poca solidaridad. Esto hace que yo lleve al límite una serie de circunstancias que son un tanto complicadas. Al final, la maternidad es el motor y el motivo por el que llega ahí, y es lo que mueve todo lo que le va pasando, todos sus deseos y todas sus inquietudes. 

¿Qué se entiende por falsa felicidad y cómo se explora este tema en la novela?

Bueno, estoy de acuerdo con eso de las apariencias y lo preestablecido en la sociedad. Hoy en día, es cada vez más difícil enfrentar nuestros problemas porque siempre estamos rodeados de comparaciones. Si te fijas, siempre hay alguien que aparenta tener una vida perfecta y eso nos hace sentir que estamos perdiendo. Las redes sociales tienen mucho que ver con esto, porque todo el mundo proyecta esa falsa felicidad, esa armonía en la que todo va bien. Si te sientes un poco mal y te comparas con lo que ves en las redes, es muy difícil sentirte bien contigo mismo. A menudo se habla poco de los problemas reales, de lo que cuesta el trabajo y los sacrificios necesarios para conseguir las cosas que queremos. Nos centramos en los resultados y no en el proceso y esto también puede afectar a nuestra salud mental.  

¿Cómo se relaciona la cultura del éxito con los personajes de la novela?

Creo que esto tiene que ver con nuestra sociedad actual, en la que se valora mucho el éxito en todos los aspectos de la vida, desde la familia hasta la carrera profesional, y parece que todo el mundo tiene que tener su vida resuelta antes de cierta edad. Hay una presión constante para ser validado como mujer u hombre, y la paternidad o la maternidad son consideradas como logros importantes. Además, la ambición de los personajes y su búsqueda de la felicidad a toda costa les lleva a veces a situaciones extremas y a poner en riesgo su propia salud mental y emocional. Todo esto refleja cómo la sociedad nos presiona para conseguir un ideal que puede resultar inalcanzable, y que a menudo nos hace perder de vista lo que realmente importa en la vida. 

¿Qué tipo de emociones va a provocar Dulce hogar?

Me están diciendo que mi novela es intrigante y desconcertante. Mi editor utiliza la palabra “desasosiego” cada vez con más frecuencia para describirla. Me gusta jugar con la intriga en la trama policíaca, abriendo múltiples posibilidades y manteniendo al lector en tensión sin saber hacia dónde se dirige la historia. También he querido incluir una dosis de erotismo en la novela, lo que ha sido percibido por algunos como sexy. La gente me dice que se enganchan rápidamente a la trama y que les cuesta dejar de leer. La última parte de la novela es bastante intensa y provoca un fuerte impacto emocional. Muchos lectores me han comentado que se sorprendieron con el final, ya que no se lo esperaban. 

¿Qué hace que esta novela sea diferente a otras del mismo género?

Lo que hace que Dulce hogar sea una novela intrigante y adictiva es su estructura no convencional, donde los capítulos cortos y la falta de claridad en cuanto a la dirección de la trama mantienen al lector en tensión y en constante expectativa. Además, los personajes son muy distintos a los estereotipos, que se ven comúnmente en el género, lo que hace que las sospechas y las sorpresas estén presentes hasta el final. 

¿Le gustaría que alguna de sus novelas se llevasen a la pantalla grande?

Sí, pero de momento no hay nada serio. Se han abierto algunas puertas, pero no puedo estar encima porque estoy escribiendo mi siguiente novela y un relato, y trabajando como actor. Pero me encantaría.

Cambiando de tema, ¿apenado por la decisión de Televisión Española de poner punto y final a la serie Cuéntame tras 22 temporadas?

Apenado, no. Creo que cada cosa tiene su tiempo. Cada temporada ha sido una prórroga que la hemos recibido como un premio, lo mismo que los telespectadores. Lo que sí tengo es la ilusión de darle un final a la altura que se merece.

¿Qué final le gustaría para su personaje, Toni Alcántara?

Que sea fiel a sus ideales, que esté tranquilo y que se siga tomando las cosas con tanto énfasis, pero con más salud mental y, sobre todo, familiar.

¿Qué ha aportado esta serie a la sociedad española?

Muchas horas de entretenimiento y el hecho de poner sobre la mesa temas sin imponer una manera de verlos. El simple hecho de que la gente reflexione o la recuerde es siempre de agradecer. Por otro lado, creo que para una generación joven haber revisado la historia de España, no solo en las clases o porque te la cuenten, sino de primera mano, viviéndolo y disfrutándolo, ha sido muy meritorio. También me consta que deja un buen legado para todos los extranjeros que han querido aprender español y conocer nuestra cultura. O eso me han dicho (risas).