Por muchos parques eólicos y fotovoltaicos que se instalen, el empleo masivo de energía limpia y asequible solo será posible si se ofrece una solución al almacenamiento de la electricidad. Y a ello va a contribuir desde Tudela la planta de hidrógeno verde de la Ciudad Agroalimentaria (CAT), que debería entrar en funcionamiento en 2026.
Impulsada por el Gobierno de Navarra, la instalación va a requerir de una inversión próxima a los 10 millones de euros, de los que 2,8 procederán de los fondos Next Generation. El resto, en torno a 7,2 millones serán aportados al 50% por la CAT y por la empresa privada que forme parte de la sociedad mixta que se cree. “Hemos querido que el sector público mantenga el 50% de la sociedad, por tratarse de un sector que empieza ahora mismo a caminar y queremos que el conocimiento que se cree se mantenga en Navarra”, explicó José Mari Aierdi, vicepreisdente del Gobierno y consejero de Ordenación de Territorio.
“Los poderes públicos debemos arriesgar para lograr objetivos como la soberanía energética”
Según la memoria del proyecto, el hidrógeno producido en la planta GreenH2CATudela tendrá como principal consumidor la Central de Infraestructuras Comunes (CIC) de la CAT, mediante la sustitución parcial del consumo de gas natural de su instalación de trigeneración. El hidrógeno industrial suministrado a la CIC sustituirá inicialmente el 5% del consumo de gas natural total de la central, si bien se confía en sustituir finalmente el 15% del consumo de gas, unos 185 gigavatios hora al año. Para ello es necesario, sin embargo, acordar con el Ministerio una modificación de la normativa.
Inicialmente, la planta de hidrógeno verde tendrá una potencia de electrólisis inicial de 3,2 MW en una primera fase piloto, ampliable posteriormente a 10 MW, que está llamada a suministrar energía a las empresas de la CAT en un 70%, pero también al conjunto de industrias de la Ribera del Ebro con el 30% restante. El hidrógeno verde se utilizará como fuente de suministro energético especialmente en cadenas de frío – calor en la industria agroalimentaria, pero también en otras plantas industriales.
“Navarra está dando los pasos para promover la economía verde y la industria del hidrógeno”
El parque agroalimentario de Tudela, de la mano y con la asistencia de la Asociación para la Industria Navarra (AIN) y el CENER, inició hace ya más de dos años los estudios preliminares para el desarrollo de un ecosistema sobre tecnología de producción de H2 en Navarra y la posible construcción de una planta de hidrógeno verde, en colaboración con varias empresas especializadas del sector, que supusiera un salto cualitativo en los servicios de suministro y distribución de energía sostenible que caracteriza a la CAT.
“Para acometer este proyecto fue decisivo amortizar en 2016 la deuda que tenía la CAT”, explicó Aierdi, quien destaca el interés que ha generado el proyecto entre las empresas de la zona. Algunas de ellas, como Guardian, uno de los grandes consumidores de energía, ya han manifestado su interés por participar.
El proyecto fue presentado ayer en Tudela en el marco de una jornada en la que participó María Chvite, presidenta del Gobierno, quien destacó que esta iniciativa en el sur del territorio “contribuye a la cohesión territorial”. “Porque el desarrollo de Navarra debe serlo desde una concepción de desarrollo territorial de comunidad”, aseguró.
APUNTE
¿Qué es el hidrógeno? El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta. Es ligero, fácilmente almacenable, denso en energía. Existen varios modos de generación: el gris, obtenido de combustibles fósiles; el azul, procedente de combustibles, aunque se capture y almacene el CO2 emitido; y, finalmente, el llamado verde, producido de fuentes renovables.
¿Cómo se genera? El principal método de generación de hidrógeno verde es a través de la extracción del átomo de hidrógeno presente en toda molécula de agua. Suele hacerse con la electrólisis de agua. De manera simple, puede decirse que se conecta corriente eléctrica procedente de una placa solar o un molino de viento. Los electrodos descomponen el agua de la que se extrae el hidrógeno que puede almacenarse en baterías con un manejo más sencillo que las de litio. A futuro, su uso puede ser clave en sectores que ahora presentan gran dificultad para descarbonizar como la industria química y petroquímica, la siderurgia o el transporte pesado por carretera o mar o la aviación.
