Las oportunidades que abre la industrialización de la construcción son una herramienta al servicio de la arquitectura y no un objetivo en sí mismo, ha afirmado este jueves el arquitecto navarro Patxi Mangado en el Encuentro sectorial sobre el proyecto del Centro Nacional de Industrialización o Building & Arquitecture Institute (BAI).

Mangado ha explicado a EFE que los arquitectos han trabajado siempre con la industria y, de hecho, dependen de ella: "La arquitectura es un hecho físico y eso nos traslada al mundo industrial. Hoy se habla de industrialización, pero en realidad esto se venía haciendo ya desde que el hombre decidió hacer una cabaña de piedra, porque alguien tuvo que labrar esa piedra".

La industria, ha comentado Mangado, ha introducido procesos muy novedosos que implican que ya no tengan sentido "determinados prejuicios que había contra la industrialización, que fundamentalmente tenían que ver con la repetición y el afán de cada persona de expresar su identidad propia a través de un edificio diferenciado".

"Eso ha desaparecido porque con procesos robóticos podemos fabricar una casa completamente específica e individual sin necesidad de repetición. De alguna manera, los nuevos instrumentos nos permiten retornar a una cierta actitud artesana", ha asegurado.

El arquitecto estellés ha subrayado que la industrialización "la podemos entender precisamente como un instrumento no solamente para hacer arquitectura mejor acabada, mejor construida, sino también para recuperar el papel social, el valor del arquitecto y de la arquitectura como agente muy importante transformador de la sociedad y también para crear una cierta belleza".

"Esto tampoco es nuevo, lo que pasa es que tenemos unas perspectivas distintas", ha precisado.

Mangado ha considerado que la industrialización no tiene que suponer cambios en la forma de trabajar de los arquitectos, porque "su objetivo es hacer mejor arquitectura y la industrialización tiene carácter instrumental. Es como decirle a un médico que, como tiene que hacer ecografías, va a cambiar su actitud. El médico lo que quiere es salvar a las personas y hoy tiene unos instrumentos que le permiten hacerlo de manera más fácil. Algo similar ocurre con la arquitectura".

Al respecto, ha puesto de relieve que, "si confundimos las tecnologías que hoy tenemos como objetivo, la arquitectura será un desastre. Si se hace industrialización porque sí, sin los juicios de valor, sin la voluntad sintética, creativa, de dar más, la arquitectura será algo sin el menor interés, solo que industrializada".

El Building & Arquitecture Institute (BAI), marca comercial que tendrá este centro con proyección nacional e internacional, estará regido por una fundación pública que el Gobierno de Navarra constituirá en las próximas semanas y a la que posteriormente se incorporará el Gobierno central con una representación paritaria.

El instituto BAI construirá su sede en dos naves industriales, situadas en la confluencia entre la avenida Cataluña y la calle Tajonar del barrio pamplonés de Arrosadia, que serán rehabilitadas y equipadas para adaptarlas a las necesidades del nuevo centro. El proyecto de rehabilitación de las naves y las inversiones en dotación de equipamiento cuenta con un presupuesto de 7,5 millones de euros.

En su intervención en este congreso, el vicepresidente segundo del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, ha calificado este proyecto como "un paso disruptivo y transformador para acelerar una forma industrializada completamente diferente de construir edificios y ciudades que ya está en marcha y hacerlo por responsabilidad medioambiental, por competitividad y por la necesidad de buscar nuevas respuestas al derecho a la vivienda de calidad y asequible".

Por su parte, el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, Iñaqui Carnicero, ha puesto de manifiesto el compromiso por parte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que desde la visita de la ministra Raquel Sánchez a Navarra hace un año ha intensificado su colaboración con el Gobierno foral para culminar este proyecto y se ha referido al "gran momento de oportunidad que se abre a las empresas con este cambio metodológico que se va a producir en el proceso constructivo".

Los participantes en este encuentro, celebrado en el Palacio de Baluarte, han conocido en sendas intervenciones por parte de Alberto Bayona, director gerente de la sociedad pública Nasuvinsa y del arquitecto Patxi Mangado, la filosofía y las principales líneas de trabajo y actuación en las que se basará el centro nacional.

En palabras de Bayona, el nuevo proyecto pretende "liderar un ecosistema sectorial para empresas y agentes profesionales y académicos que permita caminar hacia un nuevo modelo constructivo industrializado, impulsar el mercado en este sentido y capacitar al sector con mayores cotas de competitividad y eficiencia".