El pleno del Parlamento de Navarra aprobó este jueves una ley foral por la que autoriza a Sodena a realizar un préstamo a Sunsundegui de hasta cuatro millones en una o varias operaciones, un préstamo que servirá para que la firma carrocera de Alsasua acometa el proyecto de fabricación de dos modelos de autobuses para Volvo.
Esta autorización salió adelante con los votos de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin. PPN y Vox se abstuvieron y únicamente votó en contra UPN. Los regionalistas rechazaron el proyecto de Ley de Sunsundegui, defendido por el consejero de Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, y a pesar de que ellos respaldaron durante sus legislaturas en el Gobierno este proyecto con apoyo económico desde Sodena. Irujo recordó durante su exposición que hasta ahora el Ejecutivo foral ha aportado 39 millones a Sunsundegui, y el Estado, nueve millones, mediante Cofides. En total 48 millones de dinero público, sin contar la operación aprobada ayer.
Sodena, que ya tiene concedido un préstamo de 3.400.000 euros a la firma de carrozados de Alsasua, tiene previsto otorgar un nuevo anticipo de hasta cuatro millones, cantidad que en su conjunto llevaría a superar el límite establecido en el artículo 82.2 de la ley foral 13/2007 de la Hacienda Pública de Navarra, motivo por el que resultaba esencial contar con la autorización expresa del Parlamento.
Según se hace constar en la ley de Hacienda Pública de Navarra, el riesgo comprometido con un mismo beneficiario (físico o jurídico) no puede superar el 5% del riesgo vivo máximo establecido en la ley foral de Presupuestos Generales de Navarra de cada ejercicio. El tope para 2023 se sitúa en 84 millones, que en el caso de las entidades públicas empresariales, fundaciones y sociedades públicas asciende a 142,5 millones. Teniendo en cuenta que Sunsundegui ya tiene concedido un crédito de 3,4 millones y que la asignación de otro empréstito por cuatro millones supondría superar el límite del 5% de 142,5 millones (7,125 millones), procedía recabar la autorización del Parlamento por medio de una ley foral.
Mikel Irujo explicó en el pleno las razones por las que era necesario sacar adelante esta ley foral, y las consecuencias si no se aceptaba. Los tres millones que se van a proporcionar de “manera inmediata” pretenden “mitigar la delicada situación financiera de Sunsundegui, agravada en octubre”, contó Irujo. ¿Los motivos? Los desafíos en la producción, los problemas logísticos, la menor rentabilidad y la situación en Oriente Próximo que dificulta las exportaciones de un volumen de pedidos importante. Irujo también añadió que en 2024 habrá que destinar un millón para la financiación del circulante.
El consejero contó que la empresa, dirigada por José Ignacio Murillo, informó a principios de noviembre que debido a la fabricación de una mayor variedad de modelos para diferentes clientes ha complicado la producción, y que ese afectó “a sus resultados y a la generación de efectivo”. Por eso, el 13 de noviembre la compañía formalizó la petición de un préstamo participativo a Sodena. Esta solicitud se produjo apenas tres semanas después, de que Sunsundegui y Volvo escenificaran el 24 de octubre en la planta de Alsasua su acuerdo por el que la firma navarra va a fabricar los modelos de alta gama 9900 y 9700 de la marca sueca, un contrato que supone llegar a los 700 puestos de trabajo, 800 autobuses y a superar los 150 millones en ventas para 2028.
El consejero contó que a partir de la solicitud de ese nuevo préstamo en noviembre, “el Gobierno ha dado los pasos necesarios para formalizar esta operación antes de fin de año”. Y ha actuado así para “asegurar ese futuro esperanzador y prometedor en Sunsundegui con el proyecto de Volvo Buses, que beneficia a Sakana y Navarra”, y para evitar “el concurso de acreedores en la empresa; destrucción de empleo actual y la no generación de nuevos puestos de trabajo; la repercusión negativa en proveedores y en ingresos fiscales”, terminó.
