En un ejercicio de ingeniería financiera de fina precisión, el Gobierno central decidió prorrogar hoy buena parte de las medidas que componían el escudo social, pero con algunos ajustes en algunas de ellas que dejan la puerta abierta a futuras modificaciones en función de como evolucionen parámetros como la inflación, el déficit público y la propia economía de los ciudadanos. Como resumen, el Ejecutivo de Pedro Sánchez mantendrá como estaban las ayudas al transporte público, así como las rebajas en el IVA de los alimentos básicos, pero acometerá una retirada progresiva de las subvenciones fiscales a la luz y el gas, al tiempo que la ‘excepción ibérica’ decaerá a fin de este año, tal y como estaba previsto.

Si bien, en la víspera, desde PSOE y Sumar se habían lanzado varios anuncios con la continuidad de algunas de las medidas, restaban algunas incógnitas que quedaron despejadas ayer tras la reunión del Consejo de Ministros y la comparecencia posterior del propio Sánchez. Las más importantes, por sus efectos sociales, tenían que ver con los impuestos energéticos y los descuentos en los medios de transporte. 

Finalmente, en el ámbito del transporte público, se mantiene un año la gratuidad al 50% de los trenes de Cercanías y media distancia, y de las líneas estatales de autobús. La medida seguirá estructurada en torno a la subvención, por parte del Estado, del 30% del viaje condicionada a que las administraciones dependientes de las comunidades financien el 20% restante. En su discurso de investidura, el líder socialista avanzó que el descuento se aplicaría a menores, desempleados y colectivos vulnerables, pero no confirmó si se haría extensible al resto de la sociedad. Eso sí, las ayudas tendrán como objeto solo los billetes de uso frecuente. El Ministerio destinará 600 millones para compensar a Renfe por los descuentos aplicados y los costes de implantación de la medida. Esa cifra se eleva a 680 millones si se incluye la gratuidad de las líneas de autobús competencia estatal. Los nuevos títulos cuatrimestrales de viajes ferroviarios para usuarios habituales se podrán solicitar a través de la aplicación de Cercanías Renfe y, en el caso de los abonos de Media Distancia, en la página web del operador y por los canales habituales durante los próximos días.

En lo que concierne a los tributos en matería de energía, el Ejecutivo ha hecho un ejercicio de minuciosidad del que se transluce que las decisiones surgieron tras un intenso debate entre los socios del Gobierno. Y es que en el caso de la electricidad, el IVA pasará del 5% actual al 10% durante todo 2024 (antes de la crisis era del 21%), en tanto que el Impuesto Especial de la Electricidad, que antes era del 5,1% y actualmente está en el 0,5%, estará en el 2,5% durante el primer trimestre de 2024 y en el 3,8% durante el segundo. El Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, suspendido en estos momentos y que en origen es del 7%, tendrá un tipo del 3,5% hasta el mes de marzo, pasando al 5,25% hasta junio. No habrá tanto detalles en el caso del gas natural. Así, el IVA de este recurso se situará en el 10% en los tres primeros meses de 2024, para posteriormente volver al 21% en el que estaba establecido hasta septiembre del año 2022.

Se trata de una elevación de impuestos que, lógicamente, tendrá un impacto al alza en las tasas de inflación, pero que el Ejecutivo entiende que serán soportables en un escenario en el que las previsiones apuntan a una moderación del IPC y posibles bajadas de tipos de interés por parte del BCE. Se calcula que la recuperación de las tasas precrisis permitirá al Estado recaudar alrededor de 3.500 millones de euros. Se trata, no obstante, de un ajuste fiscal lejano a los deseos de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que habían pedido con insistencia la retirada de todas las subvenciones. Los precios de la electricidad y el gas en los mercados mayoristas han caído con fuerza en 2023 respecto a los niveles anteriores a la guerra de Ucrania, lo que dejaba al Gobierno sin una baza para justificar más prórrogas totales. Asimismo, la ‘excepción ibérica’, creada para reducir la factura de la luz con un tope al gas, acabará su vigencia el 31 de diciembre, tal y como estaba marcado, aunque lleva inactiva desde febrero por los menores precios del gas.

Por otra parte, se mantendrá durante seis meses más la supresión del IVA para alimentos básicos y la rebaja al 5% para pastas y aceites, tal y como anunció Sánchez en el debate de investidura. Además, se mantendrán hasta el 30 de junio la prohibición de interrumpir por impago los suministros básicos de electricidad, agua y gas natural a los consumidores vulnerables, el descuento del bono social para familias vulnerables, la limitación a las subidas del precio de la tarifa regulada del gas, la tarifa vecinal para comunidades con calefacción central de gas natural y la congelación del precio del butano en 19,55 euros. Otra de las dudas resueltas ayer es la continuidad durante un año más, hasta final de 2025, de los gravámenes temporales a la banca y a las energéticas, como paso previo a una revisión de ambas figuras para que tengan carácter permanente. No obstante, en un guiño al sector energético, se van a introducir modificaciones en la Ley General de Presupuestos para que se puedan deducir desde el 1 de enero las inversiones estratégicas vinculadas con proyectos industriales y con la descarbonización del sistema productivo en el país.