La tarjeta de presentación del ingeniero industrial Daniel García Peralta en su correo electrónico concluye con una frase: “El éxito de la ingeniería es de quien la lleva en el alma”. En 2017 creó su propia empresa de ingeniería robótica para desarrollar dispositivos para dotar de tacto e inteligencia a los robots industriales por medio de su garra.

Desde una nave en el polígono de Mutilva afronta su primer proyecto de I+D que ha recibido el apoyo del Ejecutivo foral vía subvención, con 188.000 euros. Lidera la iniciativa Garoas “para desarrollar un sensor capaz de dotar del sentido del tacto a las garras robóticas industriales”, especifica. Le acompañan Hirudi –una ingeniería y consultoría especializada en tecnologías de fabricación aditiva– y AIN.

La plantilla

Cuatro personas trabajan en Ingenialma –incluido él–, y ahora va a necesitar contratar a tres profesionales por este proyecto.

El CEO de Ingenialma valora el apoyo entre empresas en materias como seguros, financiación, cuestiones laborales o administrativas. Daniel mantiene contacto con Troquelería Josa desde hace más de una década, cuando trabajaba como asalariado, y de esas reuniones conoció a Isaac Ciordia, de Remaches Tudela, y ahora ambos trabajan juntos para un cliente ubicado en Tafalla.

Además, Ingenialma comercializa soluciones personalizadas de inspección de piezas con visión artificial y células robóticas de manipulación y paletizado de piezas en sectores de la automoción, extrusión de aluminio, perfilado de acero o transformación de vidrio plano.

Entre sus clientes, Exkal, Hydro, Maier Navarra, Doga o Perfil en Frío.