Osasuna Promesas

Osasuna Promesas posa antes de comenzar la pretemporada para su primer año en Primera RFEF. OSASUNA

Osasuna Promesas tiene por delante una de las temporadas más ilusionantes de toda su historia. Tras varios años entre la Tercera división y la Segunda B, el cambio de modelo de categorías de la federación española le colocó en Segunda RFEF. Tras un fantástico año y el gran trabajo de Santi Castillejo y la plantilla, consiguieron lograr el ascenso a la Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol español. Esta nace con el fin de lograr una semi-profesionalización previa a la Segunda y Primera División, y es que es sin duda la más exigente en la que competirá el filial rojillo desde sus inicios allá por 1964.

El ascenso, además, no fue fortuito ni poco merecido. Los de Santi Castillejo se colocaron en las posiciones más altas de la tabla desde el comienzo de la temporada, y nadie consiguió bajarlos de ahí. Además, fue el equipo español con mayor número de partidos consecutivos invicto, con un total de 20. Fue, precisamente, un equipo navarro el que rompió la racha, y es que la AD San Juan venció por 3 a 4 en Tajonar el 13 de febrero. Lejos de ser uun punto de inflexión, Osasuna Promesas siguió con su buena dinámica y no cedió el primer puesto desde la 19ª jornada hasta el final de liga.

Esta temporada se presenta como una prueba de nivel para que Tajonar demuestre su ascenso en estos últimos años. La Primera RFEF está un peldaño por encima de la antigua Segunda RFEF, y la distancia respecto a la Segunda División no es tan grande. De los cuatro grupos de Segunda B previos a la remodelación de categorías se ha pasado a solo dos, donde el interés por crear marca e ingresos televisivos ha aumentado. Con poco éxito, por cierto, en su primer año de vida.

Ahora bien, el camino hacia la profesionalización es una evidencia, y Osasuna competirá en una liga de alto nivel. “Es una categoría muy difícil, son equipos que están muy cerca de la Segunda A, sobre todo a nivel de presupusto”, afirma Castillejo. La ilusión es protagonista en Tajonar, pero trae una presión añadida que es innegable. “Es una categoría muy bonita pero muy exigente”, declara el entrenador. Es cierto que “hubo muchos jugadores que se ganaron estar en esta categoría”, pero es esta temporada cuando “hay que demostrar”, señala.

El grupo de los rojillos es el de la mitad este de la península, y compartirá liga con los filiales vascos del Athletic y la Real Sociedad, con el filial culé o con otros clubes históricos como el CD Castellón, el Numancia o el Gimnástic de Tarragona. Este último peleaba con Osasuna no hace tantos años para ascender a Primera División. El objetivo del equipo en este grupo es, según el míster, “la formación de los jugadores para la primera plantilla y competir en la liga para lograr mantenerse”. En esa combinación de los dos factores es donde se encuentra el Promesas, y como afirma Castillejo “el equipo, a la vez que construye jugadores, tiene que competir”.

No hay mejor forma de alcanzar ese objetivo que con la temporada que se avecina, en la que deberán exprimir el mayor rendimiento de los jóvenes. “Sin duda, estar en esta categoría nos hace estar más cerca del primer equipo y es muy positivo para la formación”, ya que “el equipo se pondrá al límite para llegar algún día a ser jugadores del primer equipo”, declara.

Es el caso de Pablo Ibáñez, uno de esos “claros ejemplos de los jugadores que se pasan la pantalla”. Su gran rendimiento en la pretemporada no sorprende al entrenador, que está “rindiendo al nivel esperado”. Además, recuerda que “Pablo ya metió el golazo de pretemproada el año pasado en liga, no es casualidad”.

Otros que parecen estar rozando el primer equipo son Aimar Oroz e Iker Benito, jugadores que ya han debutado pero que están a caballo entre el filial y el equipo de Jagoba. La pretemporada sí la han realizado con la primera plantilla, pero el devenir de la temporada y el nivel mostrado serán determinantes. Ante la posibilidad de no tenerlos disponibles para un año difícil en Primera RFEF, Santi Castillejo no tiene dudas: “ojalá fueran titulares en el equipo y no bajaran”. Esto sería el fruto a “un trabajo muy bien hecho”.

El equipo, pese a entrar en una categoría qeu está unos cuantos peldaños por encima que la de la temproada pasada, no ha hecho incorporaciones que tapen la progresión de los jóvenes. El objetivo como club es que el equipo sea un puente hacia el primer equipo, y completarlo con jugadores veteranos que rindan en la caegoría no serviría de nada. Osasuna tiene muy claro su camino, y como afirma Castillejo, “el equipo se ha rejuvenecido mucho, con jugadores del juvenily del Subiza”. Con la salida de jugadores qeu han superado la barrera de los 23 y el nivel mostrado por jugadores como Aimar e Iker hace que la plantilla del Promesas esté ante un “cambio de ciclo casi completo”.

Ese cambio se ha realizado a base de jugadores del juvenil u otros del Subiza como Rubén Azcona. Nuevas caras hay pocas, aunque no hay que olvidar la vuelta de Ander Yoldi tras un año marcado por la grave lesión de rodilla que sufrió en las primeras jornadas. Como afirma Santi, “Ander Yoldi es un fichaje más, y debe ser ese jugador que nos aporte el salto de calidad que necesitamos”.

La única incorporación que no llega del juvenil o de clubes convenidos es Kako Sanz, jugador navarro de 29 años 1que procede del Linares Deportivo. Su fichaje ha causado cierta polémica entre los seguidores rojillos, ya que puede entenderse como un acto que tapa la progresión de los que vienen de abajo. Sin embargo, Santi Castillejo declara que “ese fichaje surgió debido a la lesión de Rabadán, y es muy posible que sin la lesión no hubiera venido nadie”. Además, recuerda que “él, Oroz y Pablo eran los titulares el año pasado, y por esos tres solo ha venido uno: la idea de cantera es clara”.

Con esta idea afronta Osasuna Promesas uno de los años más improtantes que se recuerdan. La temporada empieza el 28 de agosto y el primel rival de Osasuna Promesas será el Atlético Baleares, uno de los cocos de la liga. Con el paso de las semanas se podrá comprobar el nivel y la adaptación del filial rojillo. Los jugadores se exprimirán al máximo para lograr la salvación, y en el camino, ir acercándose al primer equipo, que es lo verdaderamente importante.