El Cirbonero, al igual que le ocurriese en su día al Cantolagua o a la Peña Azagresa, por ejemplo, no podrá disputar su correspondiente partido de la primera eliminatoria de Copa del Rey ante el Intercity en su estadio, el San Juan de Cintruénigo, porque no ha pasado los requisitos mínimos que exige la Real Federación Española de Fútbol para disputar el encuentro. Algunos clubes modestos, no sólo en Navarra, se han visto obligados a cambiar de sede para acoger un partido de tal calibre. La Peña Azagresa disputó en Calahorra su encuentro ante el Celta de Vigo, mientras que el conjunto de Sangüesa se desplazó hasta Estella para jugar en Merkatondoa ante el Real Valladolid. Ahora, ese mismo escenario se le presenta al Cirbonero, aunque el club ya era conocedor de la situación al término de la pasada campaña.

Uno de los requisitos exigidos por la RFEF es que haya una separación mínima entre el terreno de juego y la grada, que los banquillos dispongan de una mínima capacidad, así como a efectos de luces, que el estadio disponga de una iluminación artificial que sea menor a 800 luxes. Todos los estadios, además, deben tener controles de acceso, con rutas marcadas para la entrada y salida de los aficionados. Otra de las condiciones fundamentales son las dependencias para una clínica de urgencia. Los medios de comunicación (periodistas, cámaras, fotógrafos, técnicos de sonido...) también deben tener su espacio para trabajar.

Pese a todas las condiciones marcadas, los clubes tienen margen de maniobra para hacer arreglos en las instalaciones o conseguir soluciones provisionales que pasen el filtro de la RFEF. En algunos casos, debido al alto coste, los clubes rechazan estas posibilidades y optan por cambiar de sede. En el caso del Cirbonero, y según ha podido saber este periódico, la primera opción que maneja la directiva encima de la mesa es el campo del Corellano, el Municipal Ombatillo, escenario que esperan que supere el corte y pueda acoger el encuentro.