Osasuna Promesas disputa este domingo (12.00 horas) una nueva final en la lucha por la permanencia en Primera RFEF. El equipo de Santi Castillejo afronta la cita cuatro puntos por encima de los puestos de descenso a Segunda RFEF, y ha sabido dar un paso al frente cuando la situación lo ha requerido. En este último tramo de la competición, el filial rojillo, que estaba realizando una pobre segunda vuelta en cuanto a resultados se refiere, ha sumado siete de los últimos nueve puntos disputados. 

Cuando restan cuatro partidos para el final de la temporada regular, a Osasuna Promesas le restan tres duelos contra rivales directos que buscan el mismo objetivo de la permanencia en la categoría. Sería esta la segunda ocasión en la que el filial rojillo logra el objetivo y, de momento, y pese a que en este segundo curso ha pasado más apuros, los pupilos de Santi Castillejo encadenan 72 jornadas en la categoría sin caer a los puestos de descenso. 

El balance, en este tramo de enfrentamientos directos, es favorable para los rojillos, que encadenaron una racha de 13 partidos sin ganar, hasta que lograron los tres puntos ante el Sabadell, en el primero de los seis partidos clave de los siete que restaban para finalizar la competición. Así las cosas, ante el cuadro arlequinado el equipo supo cambiar el rumbo. Dos victorias y un empate le permiten a los rojillos afrontar el duelo ante el Rayo Majadahonda con un partido de margen. 

Por su parte, el conjunto majariego ha confirmado su descenso a Segunda RFEF. El equipo consumó el descenso la pasada jornada y, con 25 puntos en su casillero, ocupa la última posición en la tabla. Además, se están produciendo cambios en el club con la idea de comenzar a preparar ya la próxima temporada. 

Por otra parte, el Subiza estará pendiente tanto de este encuentro como de los que le restan al Promesas. El equipo de César Monasterio logró el ascenso a Segunda RFEF de manera directa al proclamarse campeón de Tercera RFEF, pero solamente el descenso del Promesas, por su condición de filial, dejaría sin efecto el ascenso de los de Sotoburu a Segunda RFEF.