La portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Cristina Ibarrola se ha montado un despacho particular en el edificio consistorial con un coste para las arcas municipales superior a los 16.000 euros.

Tras verse obligada a desalojar el despacho que utilizó durante los seis meses que estuvo al frente del gobierno municipal, la exalcaldesa ha conseguido disponer en muy poco tiempo de un espacio propio desde el que dirigir su actividad diaria, incrementada tras haber sido elegida recientemente presidenta del partido.

Su nuevo despacho se encuentra en el interior de las dependencias del grupo municipal regionalista. Está en la tercera planta del edificio, junto al resto de las oficinas asignadas a los grupos municipales, en la misma sala que ocupaban antes de la moción de censura y que han seguido manteniendo después.

Ahí dentro se ha habilitado Ibarrola un despacho acristalado y de uso exclusivo, que la separa del resto del personal que trabaja en el grupo municipal (8 concejales más y 2 asesores) y garantiza la privacidad de lo que ocurre dentro.

Para encontrar el origen de esta nueva dependencia hay que volver la mirada varios meses atrás, cuando todavía era alcaldesa pero ya era conocedora de que las fuerzas progresistas habían firmado el acuerdo para el cambio en el gobierno municipal.

Tiene escritorio, ordenador y una mesa redonda con 4 sillas y es la única que lo utiliza en las contadas ocasiones que aparece por el Ayuntamiento

Antes de que aquella histórica sesión, los regionalistas ya habían iniciado los trámites para el reacondicionamiento de las dependencias de su grupo municipal a donde inevitablemente iban a tener que trasladarse de golpe a partir del 28 de diciembre.

Hasta ese momento los regionalistas no habían tenido problemas de espacio. La alcaldesa ocupaba el despacho de la sala noble y el resto de compañeros desarrollaba sus responsabilidades como concejales delegados o especiales en sus respectivas áreas, lo que en la práctica provocó que el despacho del grupo municipal permaneciera la mayor parte del tiempo vacío y fuera utilizado sólo por los asesores.

Pero no les dio tiempo a terminar el trabajo de mejoras y la responsabilidad pasó a depender de los nuevos gobernantes, quienes recibieron una solicitud para poder habilitar una sala de reuniones dentro de las dependencias de UPN.

Escritorio, ordenador, mesa redonda y 4 sillas

La obra se terminó hace unos días y lo que iba a ser una sala de reuniones se ha convertido en la práctica en el despacho particular de Ibarrola, que es la única que lo utiliza en las contadas veces que aparece por el Ayuntamiento. Tiene escritorio, ordenador y una mesa redonda con 4 sillas.

Sólo en el acristalamiento del nuevo despacho, el Ayuntamiento ha gastado 16.000 euros. A esta cantidad hay que añadir los costes de otros materiales empleados en la comstrucción, el mobiliario y las horas de trabajo de los empleados municipales que han realizado el trabajo. 

Las dependencias más grande, las de UPN

Los concejales de UPN disponen del despacho más grande y es el que anteriormente acogía al personal del servicio municipal de actas, al que hubo que trasladar después de las elecciones de mayo de 2023 para dar cabida a todos los grupos que obtuvieron representación (6 en total, 2 más que en la pasada legislatura).

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Además, los regionalistas cuentan con un espacio adicional en la misma planta, una sala que en la pasada legislatura fue utilizada por el grupo municipal de EH Bildu y que reclamaron con insistencia por considerar que el espacio que tenían para los 9 concejales del grupo municipal no era suficiente.

El tema de los espacios ha sido problemático desde el principio de la legislatura. Los concejales de PP, Carlos García Adanero y Carmen Alba, y de Contigo-Zurekin, Txema Mauleón, no dispusieron de un despacho propio hasta varia semanas después de tomar posesión de sus cargos, por lo que se vieron obligados a desarrollar su trabajo como representantes públicos fuera del edificio consistorial, por lo general en las sedes de sus respectivas formaciones, hasta que les habilitaron las oficinas que ahora ocupan tras la redistribución de los espacios que decidió Cristina Ibarrola.