El número dos de la Policía tailandesa, Surachate Hakparn, negó este lunes en una entrevista con EFE que se utilizaran "incentivos" para obtener la confesión de Daniel Sancho, quien admitió haber asesinado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta el 2 de agosto en Koh Phangan (sur de Tailandia).

"Fui yo quien le interrogó personalmente y no ofrecí nada a cambio de su confesión", aseguró hoy a EFE Surachate, conocido como "Big Joke".

El subdirector de la Policía tailandesa afirmó que la legislación tailandesa "prohíbe a los investigadores utilizar incentivos para obtener confesiones". "También prohíbe utilizar la severidad del castigo como señuelo", añadió.

El mediático Surachate, quien suele ocuparse en Tailandia de los casos de alto perfil con extranjeros involucrados, reconoció que es algo que "podría ocurrir en el caso de oficiales subalternos", pero insistió en que fue él quien interrogó a Sancho, de 29 años e hijo y nieto de los actores españoles Rodolfo Sancho y Sancho Gracia.

Sancho confesó en la comisaría de la turística Koh Phangan el 5 de agosto haber matado y descuartizado a Arrieta tres días antes, e ingresó en prisión provisional en la vecina Koh Samui el 7 de agosto, donde se encuentra a la espera de juicio.

Surachate también dijo hoy a EFE que considera que "la única razón por la que (Sancho) confesó es porque no quería enfrentarse a la pena de muerte", sin aclarar cómo el español sabía que la admisión de culpabilidad podría eventualmente atenuar la condena.

"Como en muchos países, cuando alguien confiesa, el tribunal puede reducir la pena de muerte a cadena perpetua. Sin embargo, la Policía no se involucrará en este aspecto. No prepararemos ningún informe para pedir una reducción de la condena. No lo hemos hecho y no podemos hacerlo", añadió.

En Tailandia, la pena máxima para el asesinato premeditado es el castigo capital, aunque, de dictarse, éste suele ser después conmutado por la cadena perpetua. Fuentes consultadas por EFE afirman que el hecho de que Sancho haya confesado y colaborado con la investigación podría ayudar a rebajar la condena.

Surachate aseveró a EFE que el "móvil del asesinato fue la aventura amorosa" que afirma mantenían Sancho y Arrieta, quienes se conocieron hace un año a través de Instagram.

"Daniel quería empezar una nueva vida con su novia, pero el doctor Edwin (cirujano plástico de profesión) le amenazó con que, si rompían, compartiría fotos íntimas", añadió, sin aportar más pruebas.

El policía señaló que no se ha realizado una evaluación psiquiátrica sobre el estado de Sancho cuando tuvo lugar el asesinato: "Es difícil determinar durante una investigación cómo se sentía Daniel antes de lo ocurrido", agregó.

Por otra parte, afirmó que los resultados "definitivos" de la autopsia indican que Arrieta murió al ser degollado por Sancho después de pelearse y propinarle un puñetazo, el cual hizo que se cayera y golpeara la cabeza contra el lavabo, en un hotel reservado por el español junto a la playa de Salad, en la isla de Phangan.

Según la investigación policial, Sancho desmembró después a Arrieta y esparció sus restos en distintos lugares de Koh Phangan.

Surachate aseguró a EFE que ya tienen "pruebas suficientes" y espera que se envíe el informe de la investigación policial a la Fiscalía esta semana, de modo que el juicio podría comenzar a partir de entre tres y seis meses.

"Se puede decir que este caso ya está cerrado, completo. (...) El caso se ha resuelto rápido. Ahora la Policía está preparando el informe final para enviarlo a la Fiscalía antes de este viernes", apuntó el policía que supervisa la investigación.

No obstante, el alto cargo policial ya dio la investigación por concluida el martes pasado en una caótica rueda de prensa en Koh Phangan, aunque luego ésta continuó.

La Policía dispone de 83 días para la investigación, iniciados desde que Sancho ingresó en prisión provisional el 7 de agosto.