Amaia Osaba, a por su 10ª victoria en el descenso del Sella

Aunque tiene ya 48 años, Osaba asegura que se ve igual de competitiva que en la pasada edición, por lo que irá a por todas en una prueba que este año se ve especialmente complicada por el bajo caudal del río, que va a coincidir además con la marea baja –los cuatro kilómetros de la prueba están en la ría de Ribadesella–.

Además, pese a las múltiples virtudes de la organización del multitudinario Descenso del Sella –se espera a 1.100 participantes–, se mantiene un año más el error de dar primero la salida a los hombres y luego a las mujeres, en vez de hacerlo por grupos en función de los tiempos acreditados, lo que provoca que la elite femenina tenga que dedicarse los tres primeros kilómetros a adelantar a un gran número de participantes. Y eso, en según qué recodos del río, a veces se traduce en perder mucho tiempo e incluso las opciones de victoria.

Ayer, desde Llovio –localidad muy cercana a Ribadesella–, Amaia Osaba explicaba a este periódico que Eva Barrios y ella no solo se han preparado muy bien física y técnicamente para la prueba, sino que han analizado de manera exhaustiva el recorrido para algo fundamental en esta prueba cuando hay poca agua: decidir por dónde ir en cada tramo para evitar encallar o roces con piedras.

“El 9 o 10 de julio bajamos un par de veces el río, la semana pasada también y ahora llevamos aquí desde el miércoles, bajando algunos de los tramos más complicados que va a haber”, comentaba Osaba. “Por tanto, ya estamos preparadas. Tenemos ya el río reconocido y un poco pensado cómo vamos a hacer las cosas, y ahora solo queda descansar esta noche (por la noche de ayer) y esperar a la prueba. Como todos los años, una de las partes más importantes va a ser librar lo mejor posible los 3 primeros kilómetros. A ver cómo salimos del mogollón de piraguas”.

La piragüista navarra asegura que en ese primer tramo la suerte influye demasiado: “Puedes tener cierta habilidad para esquivar nudos de de piraguas, pero hay otras veces que no tienes más remedio que parar y esperar a que se despejen los embudos, casi sin poder palear. El factor suerte es importante en esos 3 kilómetros”.

La multitudinaria salida desde Arriondas de la pasada edición del Descenso del Sella. | FOTO: EUROPA PRESS

Una vez superado ese complicado recorrido inicial, comienza para las palistas la verdadera competición, y Amaia Osaba asegura que su victoria va a estar quizás más complicada que nunca por el gran nivel de las rivales que van a tener Eva Barrios y ella: “Además de algún otro k2 femenino que se pueda colar adelante, sobre todo si tiene suerte en la parte inicial, nuestras grandes contrincantes deberían ser las mismas que nos acompañaron el año pasado en el podio” –las Tanias (Tania Álvarez y Tania Fernández) y las húngaras Renata Csay y Zsofia Czellai, campeonas y subcampeonas, respectivamente, en el Mundial de Maratón de 2022–. “Las Tanias están cada vez más cerca de nosotras en el Descenso del Sella” (el año pasado acabaron segundas, a un minuto de Osaba y Barrios) “y Renata y Zsofia no acabaron la prueba la primera vez que vinieron, pero el año pasado ya fueron terceras. Son dos K2 que están cogiendo experiencia en la prueba y mejorando muchísimo su trazada en el río. Va a ser complicado ganarles. Este año se presenta muy abierta la prueba”.

Otra peculiaridad del Descenso del Sella es que, por el lío inicial de tantos participantes, muchas veces las mujeres no saben en qué puesto van respecto a sus rivales. “Eso es un hándicap, pero según cómo lo enfoques. Este río hay que bajarlo como si estuvieras haciendo una contrarreloj, porque lo habitual es no saber si vas primera o tercera. Te tienes que plantear una carrera muy centrada en coger tu mejor ritmo y en hacer el mejor trazado posible. No me gusta nunca plantearlo en andar mirando dónde andan las rivales. A mí no me estresa no verlas. Centrada en lo tuyo disfrutas mucho de bajar el río”.

Y, por supuesto, Amaia Osaba recuerda que el Descenso del Sella tiene un trazado muy largo. “Vas a la salida con muchas ganas, pero no puedes olvidar que son 18 kilómetros. Si te animas demasiado al principio, los 4 últimos kilómetros se te pueden hacer cuesta arriba. Es mejor reservar alguna fuerza para ese tramo, porque si has tenido un percance es un buen momento para remontar”.

La navarra asegura que le encanta el ambiente festivo único que se monta en el Sella con motivo de este Descenso Internacional, pero como competidora esperará a la comida de hoy para hacerle los honores. “Nos gusta estar en el ambiente que se vive aquí con el piragüismo, porque es algo que no se ve en ninguna parte. Estamos en Llovio entrenando y viendo a los demás piragüistas, pero esta noche (por la noche de ayer) a dormir después de cenar. Ya habrá tiempo mañana (por hoy) tras la carrera para comer con las amistades...”. Y quizás también para celebrar su décima victoria.