En un mercado tan exigente, fragmentado y segmentado como el actual, en el que los compradores lo quieren todo y las marcas se esfuerzan al máximo por satisfacer las demandas de los usuarios, diferenciarse del resto no siempre resulta fácil. A ello se une el hecho de que desarrollar un nuevo producto implica unos elevados costes de inversión, lo que ha llevado a numerosas firmas a compartir la base de muchos nuevos vehículos colaborando para crear modelos con totales garantías de éxito, pero sobre los que hay que trabajar a continuación también para dotarlos de personalidad propia.
El nuevo Mercedes-Benz Clase T comparte con otras fábricas bastidor y apartados mecánicos, pero al mismo tiempo es indudablemente todo un Mercedes. Sólo con mirar desde cualquier punto de vista su parte frontal o contemplando la zaga, queda más que evidente que pertenece por derecho propio a la gama del constructor alemán. También contribuye a diferenciarlo el cuidado que ha puesto la firma teutona para acompañarlo de una calidad de terminación y equipamiento de nivel superior respecto a sus competidores.
Mercedes-Benz apuesta con su nueva Clase T por un monovolumen compacto creado para las familias y los amantes del tiempo libre
La casa germana lo define como “el monovolumen compacto para una vida activa”, destinado a “familias y amantes del tiempo libre, con todo el espacio necesario, un amplio equipamiento de seguridad y conectividad de serie, motores de gasolina y diésel y precios a partir de 28.062 euros”. Mercedes destaca las amplias posibilidades de utilización con detalles como poder instalar hasta tres silletas infantiles en el banco trasero, un amplio maletero de 520 litros de volumen, puertas laterales correderas para facilitar la entrada y salida con total comodidad y sin riesgo para la integridad de la carrocería, barras sobre el techo que se pueden transformar en un portaequipajes capaz de soportar 80 kg de peso, el sistema de infoentretenimiento MBUX de serie con pantalla táctil de siete pulgadas, hasta cinco conexiones USB, iluminación interior con tecnología led y hasta ocho tonos, mesitas plegables tras los respaldos delanteros, espejo de control del compartimento trasero, freno de accionamiento eléctrico, acceso sin llave o sus siete airbags, además de numerosos asistentes de conducción, tanto de serie como opcionales.
La nueva Clase T, que presenta unas contenidas dimensiones exteriores (4,498 metros de largura, 1,859 de anchura y 1,811 de altura) –estando prevista para más adelante una variante larga con distancia entre ejes ampliada y hasta siete plazas-, destaca también por su bajo plano de carga, situado en 56,1 centímetros, lo que unido al amplio portón trasero –cabe solicitar una puerta posterior dividida en dos partes- facilita enormemente todas las operaciones de carga y descarga de equipajes.
El diseño sello de la casa, un completo equipamiento y su contrastada calidad de terminación distinguen al nuevo modelo de Mercedes
El capítulo mecánico, que en el futuro se completará con la correspondiente versión totalmente eléctrica, está integrado por motores de gasolina y diésel, todos de cuatro cilindros y sobrealimentados, y tanto con transmisión manual de seis marchas como automática DCT de siete velocidades. Los gasolina cuentan con 1.332 cc y potencias de 102 CV (T 160) y 131 CV (T 180); en tanto que los diésel disponen de 1.461 cc y potencias de 95 CV (T 160 d) y 116 CV (T 180 d). Por último, y refrendando el buen hacer de este recién llegado, la Clase T ha logrado cinco estrellas en los test de choque Euro Ncap 2022.