El Alto Representante para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido este miércoles a los países europeos que suministren a Ucrania carros de combate, tras avisar que la guerra entra en una fase decisiva y la contienda se puede resolver "esta primavera y verano".
En una intervención ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, el jefe de la diplomacia europea ha insistido en que la ayuda militar europea no solo debe continuar sino "incrementarse". "Hago llamada a todos los países europeos que tienen carros de combate modernos y eficaces que acumulan polvo en los cuarteles que los den a Ucrania", ha señalado frente a los eurodiputados, insistiendo en que la fase entra en una fase decisiva.
Primavera y verano
"La guerra se va a decidir en esta primavera y verano", ha alertado, para pedir rapidez en el aprovisionamiento de armamento tras lamentar que los aliados militares de Kiev han empleado "mucho tiempo" discutiendo la cuestión de los Leopard mientras el Ejército ruso preparaba una ofensiva en la región del Donbás.
En este sentido, el Alto Representante ha alejado el escenario de una escalada del conflicto por el envío de tanques occidentales y ha pedido reforzar estos suministros. "Se han anunciado y no ha habido ninguna guerra mundial", ha expuesto.
Para Borrell, la situación militar en el terreno es "preocupante" para Ucrania, pues Rusia cuenta ahora con 360.000 soldados en territorio ucraniano, más que en anteriores fases de la guerra. El Ejército ucraniano se encuentran ahora en situaciones de desventaja en número de tropas, ha avisado, para subrayar que el envío de armas y municiones por parte de Europa resulta aún más importante
Interlocución a la ONU
A la vez que ha ahondado en la importancia de hacer llegar tanques y municiones a Ucrania, el jefe de la diplomacia comunitaria ha señalado que redoblará los esfuerzos diplomáticos para avanzar en una resolución pacífica del conflicto.
"Para ganar la paz, primero hay que ganar la guerra, y se puede ayudar militarmente a Ucrania y hacer esfuerzos diplomáticos necesario para que la paz llegue cuanto antes. No son cosas contradictorias", ha defendido.
En este sentido, ha avanzado que solicitará al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que abandere un proceso de mediación con Rusia, aunque, de entrada ha avisado de que hasta ahora todo el mundo que ha hablado con el presidente ruso, Vladimir Putin, para parar la guerra "ha fracasado".
Mayor capacidad militar
En pleno debate sobre el aumento del peso militar de Europa, Borrell ha señalado que le guía el "realismo" y que la UE no vive un debate entre "palomas y halcones". "No tengo ningún ardor guerrero pero si tenemos que discutir como se alcanza la paz y para eso tenemos que seguir apoyando militarmente a Ucrania, mas de lo que hemos hecho hasta ahora", ha explicado.
Todo para insistir en que la guerra en el este de Europa tiene que ser una "llamada de atención" de que su capacidad militar debe ser mayor y contar con una industria de Defensa "más potente".
A su juicio, Europa debe prepararse para una "guerra larga" y tiene que estar lista para una contienda de "desgaste" en la que será clave la logística y la información, momento en el que ha avisado de que va en el interés de los europeos actuar de forma geopolítica porque el mismo grupo Wagner que opera en la región del Donbás es el que supone una amenaza en otras regiones de interés para Europa como el Sahel.
Rusia retiene a 6.000 niños
Al menos 6.000 niños han sido trasladados por parte de las tropas rusas a áreas bajo control del Gobierno de Rusia desde el inicio de la guerra, evidenciando crímenes de guerra por parte de Moscú, según un informe.
La investigación, realizada por el Observatorio de Conflictos, programa respaldado por el Departamento de Estado estadounidense, ha identificado varias decenas de instalaciones en las que se habrían reubicado a niños procedentes de Ucrania, proporcionando evidencia de los esfuerzos sistemáticos para cortar la comunicación entre niños y familiares.
El objetivo de esta falta de contacto con las familias sería evitar el regreso de los menores y "reeducarlos" en la cultura rusa con el objetivo de darlos en adopción a familias de Rusia, según un comunicado del Departamento de Estado.
Suprimir la identidad
La oficina liderada por Antony Blinken ha indicado que los resultados de este informe "refuerzan la determinación internacional y de EEUU de buscar la rendición de cuentas de todas las personas involucradas en crímenes de guerra y otras atrocidades cometidas en Ucrania".
Así, la documentación ha identificado a varias docenas de funcionarios rusos, así como otras personas, implicados todos ellos en la deportación de niños de Ucrania, dejando "en claro que los esfuerzos sistemáticos de Rusia reflejan decisiones y acciones tomadas en todos los niveles del Gobierno ruso".
"La creciente evidencia de las acciones de Rusia deja al descubierto los objetivos del Kremlin de negar y suprimir la identidad, la historia y la cultura de Ucrania. Los efectos devastadores de la guerra de Putin en los niños de Ucrania se sentirán durante generaciones", reza la misiva en la que Washington ha reiterado de nuevo su apoyo a Ucrania.