El Reino Unido ha abierto un proceso de consulta pública para el desarrollo del marco regulatorio con el cual busca poner fin a la venta de coches y furgonetas con motores de combustión a partir de 2035, según ha informado el Gobierno británico en un comunicado.

El periodo de consulta pública, abierto este mismo jueves, finalizará el próximo 24 de mayo y también está ligado a la regulación de la emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Según el documento oficial en el que se presenta la consulta pública, el Ejecutivo de Reino Unido considera que la transición hacia el vehículo eléctrico no puede llegar únicamente "a través del mercado" y también señala que para conseguir su objetivo de ser una economía neutra en emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 es necesaria la contribución de "todos los sectores".

La organización Transport & Environment (T&E) ha valorado de forma positiva la propuesta actual del Gobierno de Reino Unido y ha opinado que supone un "paso importante" para la eliminación gradual de los vehículos diésel y gasolina en el país.

"T&E da la bienvenida a esta regulación líder en el mundo y aplaude la ambición que ha mostrado el Gobierno. Brindará seguridad al sector automovilístico y a los consumidores del Reino Unido y reducirá su dependencia del petróleo extranjero", ha destacado la organización.

En ese sentido, ha explicado que la normativa planteada establece un objetivo anual de ventas de vehículos eléctricos para los fabricantes entre 2024 y 2030, lo cual, a su juicio, "allana el camino para que todas las ventas de automóviles y camionetas nuevas sean de cero emisiones para 2035".

"En 2024 estos objetivos serán del 22% para automóviles y del 10% para camionetas. Estos objetivos se incrementarán al 80% y al 70% en 2030, respectivamente", ha explicado la entidad, que ha instado al Gobierno a ser "más ambicioso" en esos porcentajes.

El director de T&E en Reino Unido, Richard Hebditch, ha señalado que la propuesta normativa "establece un camino claro" para que las ventas de vehículos sean completamente de cero emisiones para 2035 en el país. "La pregunta ya no es si los días del motor de combustión interna están contados, sino cómo de rápido llegaremos allí", ha agregado.

Por su parte, la principal organización de fabricantes automovilísticos de Reino Unido, The Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT), ha "dado la bienvenida" a la consulta planteada por el Ejecutivo y ha pedido que la norma final "permita a los fabricantes hacer la transición de manera sostenible y competitiva".

"Si bien las propuestas reflejan correctamente la diversidad del sector, la publicación tardía y la falta de certeza regulatoria hacen que la planificación de productos sea casi imposible, y la continua falta de claridad sobre qué tecnologías se permitirán más allá de 2030 socava los intentos de asegurar la inversión", ha añadido el director ejecutivo de SMMT, Mike Hawes.

Por otro lado, la organización ha considerado también que la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en el país es "insuficiente" y ha lamentado que no se esté impulsando su ampliación desde el sector público.

"El mercado de automóviles y furgonetas nuevos del Reino Unido ya se está moviendo a un ritmo acelerado hacia la electrificación como resultado de una inversión masiva por parte de los fabricantes y una mayor demanda de los consumidores. Sin embargo, si el Reino Unido va a liderar la carrera mundial hacia la movilidad con cero emisiones, debe ir más lejos y más rápido para desbloquear la inversión en infraestructura, incentivar la compra de vehículos eléctricos y ayudar a garantizar que más de estos vehículos se desarrollen y construyan en Reino Unido", ha agregado Howes.