elizondo. El vertido multiplicó su efecto mortífero al coincidir con una época de fuerte estiaje y un tramo relativamente corto, de unos 1.200 metros.

Los vecinos de Doneztebe se alarmaron al observar la presencia de una notable capa de espuma en el río Ezpelura a su paso por la localidad, y explicaron que "claramente se notaba que aguas arriba habían soltado purines, ya que también se advertía en el intenso olor". Avisado, el guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra se desplazó hasta el lugar comprobando que el vertido de purines se localizaba en Donamaria y "había sido provocado por una granja de cerdos del barrio de Igurin y afectaba a 1.100 metros de la regata Txaruta, desde el convento de las monjas Clarisas de Donamaria hasta el paraje de las Ventas".

En total, los guardas contabilizaron unas 100 truchas muertas, además de un pez coto (Cotus gobius), que se trata de una especie protegida y se encuentra en grave riesgo de extinción en estas aguas. Al parecer no es la primera vez que se registran vertidos de purines que afectan a este tramo de la regata de Txaruta y también al río Ezpelura, que en Doneztebe se une al Ezkurra y juntos forman el Galbaraialde, que fluye paralelo a la localidad hasta desembocar, también en Doneztebe, al río Bidasoa.

Estas alteraciones del régimen hidrológico y rupturas de la continuidad del río constituyen uno de los principales problemas del Bidasoa, junto con los vertidos relacionados en especial con actividades ganaderas y en menor medida industriales en los últimos años, y las detracciones mediante bombeos y captaciones de manantiales. El último incidente de este tipo se registró en Bera en 2011, cuando se produjo una elevada mortandad a causa de un vertido de hormigón.