Rafael Valdivia Blánquez (Marmolejo, 1987), presentará este jueves en Altsasu Los libros del maestro, una novela que recoge la particular relación entre un profesor represaliado por el franquismo y un joven que descubre la historia de este docente a través de los volúmenes de su biblioteca. Será a partir de las 19.00 horas en el Centro Cultural Iortia.

Se trata de la primera incursión de este jienense en la literatura y lo hace a través de una ficción histórica basada en hechos reales en la que narra una experiencia personal que le marcó para siempre. “Viví los últimos años de un maestro republicano que fue mi vecino, una relación que cambió mi vida. A raíz de su muerte, me surgieron muchos interrogantes. Fue una persona que me dejó una gran huella; me transmitió el amor a leer y me guió en la lectura. Pero no sabía nada de su vida. Esta historia es esa gran lección que me impartió tras su muerte”, cuenta Valdivia, ingeniero y concejal de Cultura en Marmolejo, dónde el pasado viernes presentó el libro, publicado por Editorial Sarmarcanda.

Y es que el viejo profesor, a través de sus libros, le trasladó al joven la importancia de la resiliencia. “Me transmitió que se deben superar las tragedias y no guardar rencor. También que hay que guiarse por un criterio que sirva para construir y no anclarse en el pasado”, apunta. No en vano, la novela es también un canto a la conciliación.

MAESTRO DE ALTSASU

Aquel profesor que le dejó tanta huella nació en Altsasu. “Cuando estaba realizando las prácticas de magisterio fue el golpe militar. Maestro de la República, fue rehabilitado tras la Ley de Amnistía de 1977 y ejerció algunos años en Marmolejo”, recuerda Valdivia. Así, la primera parte del libro transcurre en la villa, un relato muy documentado. Para crear el contexto espacial e histórico para esta historia se valió de diferentes fuentes, principalmente de la web de la asociaciónAltsasu Memoria. “La labor de divulgación histórica y concienciación que está realizando Altsasu Memoria es encomiable y de una gran profesionalidad. En su web hay gran cantidad de testimonios, datos y acontecimientos que me han servido para componer el relato de los primeros días de la sublevación de una forma rigurosa y prolija en detalles”, destaca Valdivia.

Asimismo, se ha servido de estudios del historio José María Jimeno Jurío, principalmente de Navarra 1936. De la esperanza al terror; Constantino Salinas (1886-1966). Un médico navarro comprometido con el socialismo democrático, de Ángel García Sanz Marcotegui y Fuerte de San Cristóbal, 1938. La gran fuga de las cárceles franquistas, de Félix Sierra e Iñaki Alforja, entre otras fuentes. “En ellas he encontrado los datos preciosos de las víctimas y de los acontecimientos de la sublevación de Navarra, así como un riguroso estudio de la represión del magisterio navarro”, señala, al tiempo que apunta que don Miguel pasó por la cárcel, en el penal de El Dueso, en Cantabria, donde estuvo preso hasta 1940 pero lo sitúa en el Fuerte de San Cristóbal, uno de los 795 presos que se dieron a la fuga del penal del monte Ezkaba.

No obstante, y según cuenta, el libro que mejor le transmitió la tragedia vivida en Altsasu tras el alzamiento fascista fue No me avergoncé del Evangelio. Desde mi parroquia, de Marino Ayerra. “Es un relato valiente y sin tapujos que su autor escribió como la confesión definitiva de un recuerdo doloroso”, subraya.

Así, en la primera parte de la novela en las conversaciones que mantiene el maestro con su padre aparecen personajes reales como Víctor Urkijo, padre de 7 hijos que fue detenido en su trabajo, fusilado y arrojado su cuerpo a la sima de Otsoportillo, o el médico Constantino Salinas, presidente de la Diputación de Navarra durante la República; Luis Goicoechea, alcalde de la villa aquellos años, los Lizarraga, un directivo de Cementos Portland que fue fusilado junto con su hijo o el propio Marino Ayerra.

A la hora de documentarse también se ha servido de otros libros de carácter general como Todo lo que se llevó el diablo, de Javier Pérez Andújar; Sometimiento, torturas y muerte tras las alambradas, de Carlos Hernández de Miguel sobre las misiones pedagógicas y los campos de concentración de Franco y Un maestro en la República. Depuración y juicio en Granada (1936-1973), de Daniel Morales Escobar.

Además de contar parte de esta historia muchas veces silenciada, otro objetivo de la novela es “tender un puente entre el norte y el sur” y homenajear la lectura y el magisterio republicano. “Fueron injustamente represaliados, ni siquiera por sus ideales, sino por su formación, y fueron apartados de su vocación durante más de 40 años que vivimos de dictadura. La novela trasciende los límites de una mera narración de la Guerra Civil española. Es un relato conmovedor que entrelaza generaciones, una oportunidad para la reconciliación y un profundo tributo al poder de los libros y de la lectura”, resume Valdivia.

La narración arranca cuando Pablo sabe del fallecimiento de don Miguel. “Fue entonces cuando las palabras del sobrino resonaron en su mente. Sus libros te desvelarán todos sus secretos. Sin descanso, Pablo se sumergió en un océano de palabras en la biblioteca de don Miguel, donde los libros aguardaban silenciosos. Letra tras letra, página tras página, desentrañó los mensajes codificados que el permitirán descubrir la asombrosa historia de su amigo”.