No era fácil echarse un negocio a las espaldas hace más de cuatro décadas, y menos aún, siendo mujer. Por este motivo la peraltesa Marta Sayés asegura que a su madre, Marisol Pérez, le hubieran dado el premio de Mujer Emprendedora. Y es que hoy, 44 años después, Floristería Royuela, en manos de la segunda generación, sigue en pie, más viva que nunca, y apostando por la calidad, la cercanía y el comercio local. Buena cuenta de ello es la gran reforma que acaban de acometer. 

Tal y como cuenta Marta, su madre “no podía parar quieta” y, de hecho, empezó vendiendo productos Stanhome y después puso una tienda, una especie de ultramarinos, en la bajera de casa. De la mano de Nasoflor empezó los primeros cursos de arte floral hasta que ya fue cogiendo forma la Floristería Royuela, nombre que hace alusión al término municipal en el que estaban y que, aun habiéndose trasladado al centro del casco urbano, lo han conservado. 

Marta estudió Magisterio y, de hecho, ejerció como maestra varios años. Sin embargo, a la par fue haciendo cursos de técnica de base de arte floral y finalmente decidió seguir por ahí. “Antes el comercio era diferente, y mi madre tenía que ir a Pamplona, a Renfe, a buscar las flores que le mandaban de Barcelona. Ahora pedimos por la Web y en dos días las tenemos en la puerta de casa, y también contamos con proveedores casi Km 0 que nos facilitan muchísimo el trabajo”.

Sayés, echando la vista atrás, no se arrepiente de la decisión que tomó y, de hecho, asegura, “estoy feliz con mi trabajo. Personalmente es lo que más me llena y le veo pocos inconvenientes. Me relaciono con gente de todo tipo y edad y hago lo que más me gusta: crear y transmitir sentimientos a través de las flores”. Además todos los días tiene la visita de su madre que, a sus 88 años, sigue yendo a la tienda “porque necesita sentir su dosis de florista cada día. Es una vitamina para ella”.

El negocio

Su punto fuerte “es la flor y planta natural en el día a día: regalos, cumpleaños, aniversarios así como funerales. Hemos ido creciendo en el sector de las bodas y el calendario del 2024 está casi completo; decoramos las iglesias, ermitas y salas civiles, y trabajamos de forma personalizada. Además, también ornamentamos las mesas de los restaurantes y los espacios de celebraciones”. Y, por otro lado, en la tienda “nos hemos ido acoplando a los nuevos tiempos y tecnologías, y tenemos web: www.floristeriaroyuela.com”.

De acuerdo con Marta, “siempre he pensado que la formación es indispensable y que no debemos dejar de formarnos y de estar al día tanto en lo que se refiere al comercio en general, como lo referente al mundo del arte floral”.

Cada temporada le dan un aire nuevo al negocio y este año han aprovechando y han llevado a cabo una importante reforma; “le hemos dado un aire natural, moderno y actual”. El día de la puesta de largo Marta estuvo acompañada de muchos clientes y amigos de diferentes lugares. “Fue un día muy emotivo sobre todo para mi madre, que era la protagonista”.

En este sentido insiste en que “vemos que no existe relevo generacional, y es una pena. El comercio te da un plus en lo personal increíble. Yo tengo dos hijos, Mikel e Iñigo, que en este momento están estudiando otras cosas pero nunca se sabe qué decidirán en su vida. Ojalá terminaran siendo floristas… El comercio es luz y vida de un pueblo. A la gente joven que vive en los pueblos les diría que, si de verdad sienten el pueblo en su corazón, que no lo dejen apagarse. Cada clic que hacen en una compra de Internet es un clic que apagan en su pueblo. Que entren a las tiendas y sepan qué hay en ellas y valoren antes de decidir su compra”.

Ascope

Marta asegura ser “mujer de cuadrilla y de trabajar y luchar en grupo” y, de hecho, pertenece a varias entidades a nivel nacional y local como AEFI, AMEDNA, Nasoflor, Comerciantes de Navarra, Asociación de Mujeres Piedra Alta de Peralta y ASCOPE (Asociación de Comerciantes de Peralta), “que es la que más me ilusiona y a la que dedico buena parte de mi tiempo”.

Con 60 comercios y servicios, cuenta, “intentamos trabajar juntos porque apostamos por tener un pueblo vivo y el comercio y los servicios son fundamentales”. De hecho hacen varias campañas y ferias de oportunidades a lo largo del año y, además, colaboran en jornadas específicas como el Día del Cardo o el Día del Cucón.