Miles de euros en tabaco ha sido el botín que esta madrugada se han llevado tras robar con el método del alunizaje de un estanco situado en el paseo del Queiles de Tudela. Los sucesos han ocurrido sobre la 1.30 cuando la propietaria del establecimiento ha recibido una llamada de teléfono de la compañía que gestiona su alarma. “Me han dicho que me estaban robando y que ya habían avisado a la policía”, relata Laura Cornago aún con el susto en el cuerpo.

Cuando llegó ya estaban la Policía Nacional y la Policía Municipal, pero los ladrones, muy experimentados habían huído invirtiendo en el robo apenas cuatro minutos entre que rompieron el cristal y se marcharon con el botín, “han mirado las cámaras porque tengo todo grabado y se ve como entra el coche con cuatro tíos. Entran por el paso de cebra, se bajan tres, hacen la maniobra y tiran el cristal de entrada entero abajo”.

Una vez dentro todo estaba perfectamente cronometrado y organizado por lo que Laura señala que “eran profesionales que sabían lo que hacían. Sabían lo que tenían que sacar y dónde tenían que ir. No eran unos simples vándalos”, asegura la propietaria. De hecho, conocían perfectamente el estanco porque mientras unos cogían las cajas de tabaco más cercanas al mostrador otros con un martillo pesado arremetían contra la puerta donde guardaban el tabaco. “Revientan la puerta y entonces ya se les ve salir con cajas de tabaco a punta pala y 4 minutos ha durado. La policía ha llegado en 7 minutos, por tres minutos no les han cogido”, explicaba Laura.

La cantidad de cajas de tabaco que han sacado les podrían suponer miles de euros ya que cada cartón tiene un precio de 50 euros, “como ha dicho la policía los que han venido tenían ya vendido el tabaco antes de hacer el robo. No vienen de casualidad”.

Laura Cornago tiene 27 años y esta era su primera experiencia profesional con su propio negocio, con el que lleva menos de un año. “Abrimos el 8 de mayo, no ha hecho ni un año. Hay mucho esfuerzo aquí. Yo trabajo aquí 12 horas, todo el día. No cierro al mediodía. Estás aquí levantando tu negocio metiendo horas con toda la ilusión y con toda la inversión, con todo lo que conlleva, y que vengan cuatro y te arruinen todo da mucha rabia. Pero hay que seguir y seguiremos”.

Ella y su pareja han pasado toda la noche dentro de una furgoneta que han colocado sobre la acera ara tratar de tapas el estanco ya que sin cristal había quedado expuesto, “no hemos pegado ojo, llevo aquí desde la 1.30”.