Habrá pocos lodosanos y lodosanas que en algún momento de su vida, especialmente en la infancia, no hayan tocado la campana de la ermita de San Gregorio. Y es que era subir al coro, ver la cuerda que colgaba, e inevitablemente colgarse de ella para hacerla sonar. Pues eso no va a suceder en la próxima cita que reunirá allá a la ciudadanía, en la romería de San Gregorio que se celebrará el próximo 11 de mayo, porque hace ya varios meses que la robaron. De hecho, fueron muchos los que el pasado 3 de marzo, con motivo de la celebración de San Emeterio y San Celedonio, echaron en falta el característico sonido de este elemento que, de acuerdo con las ermitañas, Pili y Juani Morentin, su padre, de quien cogieron el testigo, llamaba siempre “el campanillo porque se conoce que, al ser más pequeño de lo normal, no llegaba a campana”.

Fueron ellas dos precisamente, cuenta la alcaldesa Laura Remírez, las que dieron la voz de alarma y, tras corroborarlo los miembros de la brigada, se puso una denuncia en la Guardia Civil que, a día de hoy, “se sigue investigando”.

La campana de la ermita de San Gregorio cuando aún lucía en su sitio María San Gil

El edificio, propiedad municipal, está siempre cerrado salvo que allí se celebre algún acto por lo que, apuntan, el robo de esta campana de bronce tuvo que hacerse por la fachada. Desde el Ayuntamiento reiteran, además, que al tratarse de una antigüedad y estar catalogada, su venta está prohibida por lo que probablemente se la llevaron para la chatarra.  

Se repondrá

Aunque siguen esperando a ver si aparece, concluye la primera edil, “también estamos viendo dónde hacen campanas, porque no es algo tan habitual. Estamos en contacto con diferentes fundiciones y viendo las medidas que encajan y los precios que hay; lleva un proceso. Lo que está claro es que es una parte importante de la ermita, algo característico y simbólico, y la idea es sustituirla en cuanto se pueda”