Decía el dramaturgo Bertold Brecht que “el teatro consiste en representar figuraciones vivas de acontecimientos humanos ocurridos o inventados con el fin de divertir”. Precisamente, este objetivo es el que persiguen Iñaki Zabala, Ramón (Montxo) Marcó, Inma Montosa, Beatriz Rípodas, Arantza Larumbe e Inma Rodríguez. Estos seis miembros que componen Kukumix, una compañía de teatro amateur que tiene un nombre casi tan ingenioso como su forma de ver el mundo. Mañana representan Mua, su última comedia en colaboración con ACOES Honduras, en el colegio Dominicas de Villava.

Las carambolas del destino hicieron que, a pesar de pertenecer a grupos distintos, todos estuvieran dirigidos por Ángel Sagüés. En 2016 se representó la obra Morirse no es pa’ tanto que supuso “un salto a nuestro estrellato personal. Contratamos a directoras profesionales, Iratxe García Úriz y Leyre Ruiz, y pasamos a la acción con Escénicas, nuestra primera obra”, explica Iñaki. Y, después de más de 30 representaciones en un año y medio, comenzaron con Venecia, pero la pandemia provocó un parón en la compañía. “Ahora estamos con Mua, que es la que nos ha devuelto a los escenarios. Es un tremendo placer porque, después de nuestras dificultades, hemos conseguido volver a hacer teatro”, añade Inma.

Mua, como todo lo que hace Kukumix, es comedia. “O, al menos, lo intentamos”, se ríe Iñaki. Que la gente se ría de ellos y con ellos es “una sensación espectacular”. No obstante, el pasar tiempo juntos también supone otro de sus grandes regalos. De hecho, “de no ser por el teatro, ya estaría en un psiquiátrico”, bromea. Por otro lado, agradecen el buen recibimiento que tienen por parte del público, ya que invierten íntegramente sus beneficios a mejorar su nivel de actuación.

La obra retoma la esencia de Escénicas: “Se podría decir que hemos vuelto a nuestros orígenes”, asegura Inma. No se trata de una pieza al uso, sino que son escenas pequeñas que tienen como temas centrales el amor y los besos en la barra de un bar. “El espectador ve música, algo de coreografía y, de pronto, se cambia a otra escena. Es algo muy dinámico; incluso, innovador”, señala Iñaki. La escenografía es minimalista, ya que el peso de la comedia recae sobre la actuación: “Las directoras hacer mucho énfasis en la interpretación. Tiene que parecer que es verdad lo que hacemos, ¿no?”, reflexiona. En cualquier caso, lo que destaca en los seis miembros del grupo es el compromiso que tienen. “En cuanto se nos dice que representamos, dejamos de lado todo lo demás. Si tú me dices ven, lo dejo todo”, sentencia Inma.

Para cuando comienzan los ensayos (una vez por semana), los actores ya se han tenido que aprender el guión. “Supuestamente, porque como lean ésto Leyre e Iratxe nos van a llamar mentirosos. Lo intentamos, que no es poco, porque es esencial para poder trabajar”, se ríe. Para ellos, una de las cosas más importantes de sus obras son las sorpresas que se genera en el público. “Si en un escenario ves siete escenas distintas, el espectador va a reconocer siete escenarios distintos. Y no se aburre”, comenta Inma.

En ese sentido, el sello de Kukumix reside en esa estructuración teatral. “Cuando la gente viene a ver una obra nuestra ya sabe que no es un teatro que se parezca a lo tradicional. Hacemos cosas contemporáneas que se buscan en las Casas de Cultura. Y creo que gustamos porque nos piden que repitamos”, explica Iñaki. De hecho, sorprende el éxito de la compañía, ya que no es común que una obra amateur cuente con tantas representaciones: Escénicas, con más de 30 y Miau, que ya lleva 16.

Este sábado harán la 17ª con el objetivo de recaudar fondos para los proyectos educativos de ACOES en Honduras. “Montxo fue, junto con José María Puig, el año pasado a ver una obra de teatro de ACOES, y se ofreció a que desde Kokomix colaborásemos con ellos”, relata Iñaki. Se trata de una bonita forma de ayudar a quienes lo necesita, ya que, tal y como comentan, “muchas veces pensamos que no podemos ir a hacer un voluntariado, pero sí podemos hacer que nuestro grupo de teatro haga una obra, se recaude dinero, hagamos publicidad en periódicos y se conozca a la asociación para que otra gente pueda colaborar”. Por ello, el deseo de todos es “que se recaude mucho dinero y que todo el mundo quede contento”.

Y, con la misma sonrisa que esperan sacar a su público, tanto Inma como Iñaki animan a que todo el mundo haga teatro y a que las butacas se llenen: “Tenemos buena entrada porque somos muy conocidos y tenemos amigos hasta en el infierno”, bromea Inma”. Mucha mierda.