Hay un dato demoledor y es que en los últimos cinco años se ha acrecentado la necesidad para acceder a una primera vivienda en Iruña -en grado mucho o bastante- , situación que resulta especialmente acuciante entre los 35 y los 44 años, según una encuesta que maneja el Ayuntamiento de Pamplona. En el 11% de los hogares hace falta una nueva vivienda, siendo Etxabakoitz el barrio con mayor demanda. También el precio se ha incrementado en un 21% desde el 2015. Y la edad media de los demandantes ha subido hasta los 29,7 años lo que da una idea de lo que se está retrasando la edad para independizarse. Se puede entender que el mercado esté paralizado por la subida de precios y de intereses, que hasta que no se regule de una vez por todas el tope de precios el mercado de alquiler esté por las nubes, pero lo que no se entiende es el bloqueo político. El vicepresidente Aierdi urgió ayer a Maya a firmar el convenio de vivienda pública que lleva un año pendiente para poder impulsar los 160 pisos de alquiler para jóvenes en Txantrea, Lezkairu y Buztintxuri –sobre solares municipales que se ceden por 75 años- y otras 80 VPO para venta en Etxabakoitz, San Jorge y la Milagrosa en parcelas que compra el Gobierno (1,9 millones). Tampoco la rehabilitación de vivienda municipal ha recibido el impulso necesario en este mandato. Menos parkings para coches y más vivienda para jóvenes.